Eran las 10.50 cuando un grupo de jóvenes de la gazte asanblada Trikuharri accedían pacíficamente a la antigua discoteca Dreams, un establecimiento de ocio que fue pasto de las llamas hace once años aproximadamente. Con esta acción, tal y como luego explicaron, pretenden reivindicar la necesidad de un local autogestionado para los jóvenes en los barrios gasteiztarras de Txagorritxu, San Martín y Ariznabarra.

Las gestiones emprendidas para conseguir un equipamiento de estas características, tanto con los responsables del Ayuntamiento de Gasteiz como de las asociaciones vecinales, han sido infructuosas, por lo que la gazte asanblada, confesaba, se había visto obligada a optar por la ocupación. Se encontraron, relataron a GARA desde Trikuharri, con un local «destrozado» por el fuego, las posteriores labores de los bomberos para sofocarlo y los once años de abandono del propietario.

No por ello se mostraron abatidos, ya que a lo largo de la mañana procedieron al desescombro de la antigua discoteca. Su objetivo es «crear un espacio de vida para el barrio, donde se harán diferentes tipos de charlas, talleres y demás actividades culturales, con el fin de activar a la gente de nuestros barrios y revitalizar todo el vecindario. Así -añadieron a través de un comunicado-, crearemos un punto de referencia y evitaremos que la gente trague con la sociedad de consumo».

Al poco de acceder al local, ubicado en la calle Beato Tomás de Zumarraga, tres patrullas de la Ertzaintza aparecieron y procedieron a la identificación de dos jóvenes, así como a un tercero, al que acusaron de fotografíarles. Los vehículos policiales se fueron pero se mantuvo un dispositivo de control por agentes de paisano, según informaron desde la gazte asanblada.

Segunda movilización

En Galdakao, a las 18.30, dio comienzo una manifestación a favor del gaztetxe, desalojado en la madrugada del domingo por la Policía Municipal, y en solidaridad con la huelga de hambre que un joven mantiene aún, después de que otro abandonase el jueves, para reivindicar un local autogestionado en esta localidad de Hego Uribe. La marcha -en la que participaron en torno a 150 vecinos- partió ante la casa consistorial y finalizó junto al último gaztetxe, en el parque de Máximo Moreno.

La víspera tuvo lugar otra protesta, en este caso una cacerolada por el casco urbano, en la que tomaron parte varios cientos de personas tras una pancarta con el lema ``2 gazte gose greban gaztetxean alde''.

Todos los días, en las movilizaciones convocadas se ha denunciado la actitud de los responsables municipales. «La actitud del Ayuntamiento ha sido del todo vengonzosa», dijeron, precisando desde la gazte asanblada que, además de negarse a dialogar con los jóvenes, los guardias han recibido órdenes de acosar a los huelguistas.

A lo largo de estas jornadas, relataron, las autoridades locales han ido tomando decisiones y enviando a los policías municipales para que trataran de que los jóvenes en huelga de hambre y quienes les mostraban solidaridad hacia su lucha no permaneciesen frente a la casa consistorial. El viernes, por ejemplo, tres guardias fueron con la orden de quitar una sombrilla que estaban usando para protegerse del sol, algo que ayer volvieron a denunciar.