Los sindicatos ELA y LAB han llamado a todos los trabajadores y trabajadoras, así como a los vecinos de Urduña a que participen en la manifestación convocada para el 8 de abril para exigir a las administraciones públicas una apuesta decidida por la promoción industrial y por la creación de empleo digno en la ciudad.

En una nota de prensa ambos sindicatos han valorado la situación socio-económica de Urduña que cuenta a día de hoy con 294 personas paradas, en una ciudad de 4.200 habitantes donde «sólo quedan 306 puestos de trabajo» y el «mínimo empleo que se genera es cada vez más precario».

ELA y LAB recuerdan que tras el reciente cierre definitivo de la empresa Traner ha clausurado sus puertas «la última gran empresa industrial» de la ciudad de Urduña, que ha dejado en la calle a 130 trabajadores. «Un nuevo golpe para la, hoy casi extinguida, industria urduñesa», apuntan. Es el último caso ya que, en los últimos años, y tras drásticas restructuraciones de plantilla que ya supusieron la pérdida de numerosos puestos de trabajo, han cerrado sus puertas las empresas Somolsa y Muebles Lao. Así, según denuncian los sindicatos, desde la década de los 90 hasta hoy «la triste suma arroja la pérdida de más de 1.500 empleos».

De esta forma, en la actualidad no hay industrias en Urduña que cuenten con más de 20 trabajadores y entre las empresas industriales que subsisten «es manifiesta la pérdida progresiva de empleo, como es el caso de la empresa Coverclim».

Como consecuencia del desmantelamiento industrial, la mayor parte del empleo de Urduña pivota ahora en los servicios públicos, aunque ELA y LAB recuerdan que muchas de estas empresas no tienen garantizada su financiación, como es el caso de Urduñako Arkupea, por lo que los trabajadores están teniendo serias dificultades para cobrar sus salarios.

Reformas

Ante esta situación, los dos sindicatos abertzales consideran inadmisible que las instituciones proclamen por un lado su defensa del empleo y los derechos de los trabajadores, «y por otro lado estén apoyando las medidas más duras que se han conocido en muchos años contra esos mismos derechos», como «una reforma laboral que ha abaratado el despido y fomenta los contratos precarios, una reforma de las pensiones que elimina el derecho a la pensión de los colectivos más desfavorecidos o la aprobación de presupuestos antisociales».

Por todo ello, ELA y LAB exigen a las administraciones públicas una apuesta decidida por la promoción industrial y por la creación de empleo digno, porque «no queremos convertir Urduña en una ciudad dormitorio, queremos una ciudad viva».