Apoyados por los ataques aéreos de la coalición internacional, los insurgentes tomaron el control del núcleo estratégico de Ajdabiya, a 160 kilómetros al sur de Bengasi, y más tarde la ciudad petrolera de Brega, a 80 kilómetros al oeste, según periodistas en el lugar. Las fuerzas de Gadafi, abandonaron sus posiciones en Ajdabiya aprovechando la oscuridad y dejaron a los rebeldes las celebraciones de su victoria con disparos al aire y bocinas de vehículos.

«Los enfrentamientos fueron incesantes el viernes, después todo paró a las 23.30. Y al minuto, los hombres de Gadafi se marcharon», relató Omar Bachi, un habitante de la localidad. «Los rebeldes entraron poco después. Ya era hora. Hacía días que no teníamos más que arroz para comer».

Según los rebeldes, los combates causaron nueve muertos, mientras en el exterior de la ciudad, se localizaron los cuerpos de al menos 21 combatientes pro Gadafi, según una fuente médica. Otros cuerpos, algunos carbonizados o destrozados por los bombardeos, yacían aún en el desierto.

Según la agencia oficial Jana, una fuente militar aseguró que la aviación de guerra francesa «y las fuerzas aliadas de los cruzados» han cometido esta mañana «una horrible matanza» en Ajdabiya y sus alrededores. De acuerdo a esa fuente, las víctimas se cuentan por centenares, entre ellas mujeres y niños.

«Ajdabiya está totalmente bajó control de nuestras fuerzas y perseguimos a las fuerzas de Gadafi por la carretera de Brega», declaró Chamsiddin Abdoulmolah, un portavoz de los insurgentes en Bengasi. Por la tarde los rebeldes anunciaron haber tomado Brega, según una periodista que les acompaña. «Estamos en el centro de Brega. Las fuerzas de Gadafi se han batido en retirada hacia al-Bicher (a 30 kilómetros al oeste) y avanzamos hacia esa zona», declaró Abdelsalam al-Maadani, uno de los combatientes rebeldes. Aunque desorganizados y poco eficaces en el combate, los insurgentes se han aprovechado del apoyo aéreo de la coalición para retomar la ofensiva.

Ataques coordinados

«Las incursiones han preparado el campo de batalla» y que oficiales y soldados experimentados se hayan unido a la rebelión, explicó Abdulmolah. «Estos militares han coordinado sus ataques con la coalición, entrando en acción durante los ataques aéreos», añadió. Los ataques tuvieron como objetivo Zliten (oeste) y la región de Al Watia (oeste), así como un enclave militar al este de Trípoli y los alrededores de Misrata.

El presidente estadounidense, Barack Obama, se felicitó de la evolución de la situación al afirmar que «el objetivo se está consiguiendo. Se ha evitado una catástrofe humanitaria y salvado las vidas de innumerables civiles inocentes». Un responsable libio de Sanidad afirmó que los ataques aéreos causaron al menos 14 muertos y 445 heridos entre el domingo y el miércoles.

El Gobierno de Gadafi se ha mostrado dispuesto a aceptar un plan africano que suponga el cese de los combates y un diálogo para preparar una transición democrática. Pero, a la vez, sus fuerzas intentaban tomar ayer la ciudad de Misrata, bastión rebelde en el oeste, donde los rebeldes declaman ahora el apoyo aéreo de la coalición internacional. Por su parte, los insurgentes han rechazado la iniciativa africana.