Al igual que en los documentales de Michael Moore, los que se niegan a ponerse delante de la cámara y los micrófonos acaban siendo tanto o más importantes que los propios entrevistados, y así alcanzan el protagonismo negativo que les corresponde Larry Summers, Alan Greenspan o Fred Mishkin. Encabezan la cadena de errores calculados que desencadenaron la caída de los mercados, como consecuencia directa de la política de desregulación financiera que se viene aplicando en EE.UU. desde los años 80. Charles Ferguson habla de los ejecutores del gran fraude, pero también de los colaboradores necesarios, de las agencias calificadoras que garantizaban las inversiones seguras de Lehman Brothers o AIG hasta el último momento. La voz de Matt Damon conduce un relato que comienza con la bancarrota de Islandia en el 2008, en cuanto primer frente de los ensayos especulativos con los derivados, hipotecas «subprime» y demás armas de destrucción masiva.