PP y PSOE hacen su guerra con el proceso de paz de Loiola como arma electoral
La guerra de las «actas de ETA» está servida. La batalla se está dando en todos los frentes: el mediático, con el diario «El Mundo» versus «El País», y el político, con el PP contra el PSOE. Los papeles que se están presentando en sí no presentan ninguna novedad informativa para el lector de GARA, que puede acceder a ellos en la edición digital de este diario. Lo que llama la atención es el hecho de que una cuestión que debería ser de estado la conviertan en arma partidista, la utilicen lo mismo para condicionar la supuesta sucesión de Zapatero por Rubalcaba que para que éste se apunte el tanto de «haber ganado la tregua política y policialmente». La amalgama llega a extremos de mezclar el proceso negociador de Loiola con el «caso Faisán» o incluso con el 11-M. Que hagan campaña electoral con temas de estado es algo relativamente normal, dado el nivel de cultura política y democrática que tienen, pero que con ello intenten condicionar la necesaria solución negociada que este país desea y merece es un ejercicio baldío. Esa negociación se hará, pero no entre una parte y un estado partido en dos. Se hará primero entre vascos y luego de país a país. Y siempre tendrá a los ciudadanos como primer destinatario y último garante.