El Ayuntamiento de Iruñea pedirá a partir de ahora un certificado firmado por un técnico que demuestre la realización de mediciones reales del nivel de ruido y la existencia de un nivel mínimo de aislamiento acústico antes de conceder licencias a bajeras utilizadas por jóvenes, según explicaron ayer el concejal delegado de Urbanismo y Vivienda, Juan Luis Sánchez de Muniáin, y el concejal de barrio de Arrosadia, Valentín Alzina.

Actualmente, hay 205 de estos locales que cuentan con licencia municipal y otras 19 cuyos expedientes están en curso. Por lo que respecta a las bajeras que ya tienen la licencia concedida, el Ayuntamiento iruindarra verifica el nivel de insonorización de los locales mediante sonometrías cuando se producen denuncias y en caso de reincidencia se puede anular la licencia.

El año pasado, las bajeras de la capital navarra fueron motivo de 31 expedientes gestionados en disciplina urbanística. La mayor parte eran espacios que carecían de licencia. Entre ellos, se encuentran los trece que derivaron en denuncias por exceso de ruido y que fueron sancionados con multas de entre 360 y 1.000 euros.