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Euroliga

El muro de las lamentaciones

EL Baskonia vuelve a mostrar su peor cara ante el Maccabi en un momento clave y está al borde del k.o.

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MACCABI 81

CAJA LABORAL 60

Jon ORMAZABAL

Dice la leyenda que símbolo del judaísmo tiene su origen en que el emperador romano Tito dejó en pie el muro con el objetivo de que el pueblo judío se lamentara de que los romanos los habían vencido. Asumir su derrota demasiado pronto, algo que va completamente en contra de la religión baskonista, fue precisamente lo que hizo ayer el Caja Laboral en su primer partido en Tel Aviv y de ahí que se llevara una de las derrotas más vergonzantes de la temporada por forma y por fondo.

El nefasto partido de la línea exterior, la estúpida forma en la que Barac se castigó al banco con sus estúpidas faltas, las pérdidas, la impotencia defensiva ante el potente 1x1 del equipo macabeo y olvidar aquella dolorosa canasta del jueves pasado son propósitos que obligatoriamente han de mejorarse y en los que no valen lamentaciones, si no quiere volver a tropezarse en la misma piedra. El Maccabi, el equipo más odiado también en lo extradeportivo, está presente en casi todas las mayores decepciones europeas del equipo y partidos como el de ayer despertaron los peores recuerdos a muchos seguidores azulgranas que, sin duda, se merecen mucho más.

La absoluta seguridad de que mañana no se puede hacer peor, la más que posible ausencia de Perkins en el partido de mañana y que algo de orgullo debe quedar en el fondo de ese vestuario son los únicos motivos para mantener la fe.

Apenas aguantó un cuarto

Sin Barac en cancha, Ivanovic salió con Batista de titular, al Baskonia le costó horrores defender el uno contra uno y las penetraciones de los macabeos. La salida del croata, unida al gran acierto de Mirza Teletovic sirvió al equipo para aguantar el tirón inicial amarillo, a pesar de la estúpida forma en la que el cinco azulgrana se cargó con tres personales -los árbitros permitieron mucho menos que en Gasteiz- en menos de cuatro minutos de juego. Gracias a los buenos porcentajes, los azulgranas cedieron sólo un punto en el primer cuarto 24-23, pero cediendo demasiadas canastas fáciles, especialmente por parte de Pargo, que rompió la cintura de su defensor cada vez que se producía un desajuste en el cambio automático.

En lo numérico, las cosas parecieron igualarse algo nada más comenzar el segundo cuarto cuando Perkins tuvo que abandonar la cancha acompañado por dos compañeros tras llevarse un fuerte golpe en su rodilla derecha en un lance fortuito con Brad Oleson.

No obstante, gracias a sus rápidas transiciones y la presión en toda la cancha, los amarillos siguieron anotando con fluidez, mientras que el ataque baskonista se atascó alarmantemente. Así, dos triples consecutivos de Pargo, elevaron la renta local hasta los once puntos 36-25, con un parcial de 12-2 en siete minutos. Huertas, tras un merecido paso por el banquillo, puso fin a la sequía con un triple, pero sólo él -dos puntos desde el tiro libre- fue capaz de anotar en lo que quedaba de cuarto y el partido exigía una gesta al descanso, con una desventaja de once puntos (41-30).

Lamentablemente, el tercer cuarto pocas veces es beneficioso para los intereses azulgranas y las canastas de Huertas y el triple de Huertas no sirvieron de nada, ya que como en el segundo partido de Zurbano, Blu dinamitó aún más el partido con tres triples prácticamente consecutivos. El equipo gasteiztarra bajó los brazos ante el mayor acierto rival y éstos pasaron por encima como un vendaval, ampliando enseguida la renta por encima de los veinte puntos, permitiéndose el lujo de dejarse llevar al final.

Siena le da la vuelta a la eliminatoria

Montepaschi Siena, que batió todos los records negativos en la primera jornada, con nueve puntos en la primera parte para un total de 41, está a una sola victoria de conseguir el pase a la Final Four de Barcelona, después de que ayer volviera a vencer a Olympiacos por 81-72. Marco Jaric fue la estrella del equipo italiano, con 24 puntos y una carta de tiro de 8/8 en tiros de dos y 2/3 en triples, bien secundado por los lituanos Lavrinovic y Kaukenas, con 15 puntos.

Por su parte, con un gran último parcial de 15-27, el Real Madrid recuperó ayer en La Fonteta el factor cancha que habían perdido, con su victoria sobre Power Electronics Valencia por 66-75. D´or Fischer, con 19 puntos y 8 rebotes para una valoración total de 27, y Ante Tomic, con 15 puntos fueron los mejores por parte del equipo blanco.

Al que se le han complicado muy mucho sus opciones es al vigente campeón, el Barcelona, que cayó ayer por 76-74 ante el Panathinaikos ante 19.000 espectadores en el OAKA. En un partido igualadísimo, Diamantidis volvió a liderar a los del trébol. J.O.

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