El anuncio del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, de no presentarse como candidato del PSOE a las elecciones al Parlamento español previstas para 2012 centró ayer el discurso de los dirigentes políticos de PSE y PNV.

El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, desveló que, durante la reunión que mantuvo el pasado lunes con Zapatero, le transmitió su «respeto» por esa decisión, aunque le advirtió de que «quedan muchos meses y mucho por hacer» hasta culminar la legislatura.

El jeltzale sostuvo que «no se puede perder ni un minuto» y que «la crisis económica y la paz no esperan a debates partidistas», haciendo alusión al proceso de primarias que abrirá el PSOE para elegir a un nuevo candidato. En el acto para presentar a sus candidatos a las alcaldías de Bilbo, Gasteiz y Donostia, Urkullu puso de relieve que su partido sigue «volcado en cerrar de manera satisfactoria los compromisos acordados con el Gobierno español», lo que, según dijo, significará «más autogobierno, más ayudas y más inversión».

«Que empiecen de casa»

Patxi López, que en la mañana de ayer participó en la inauguración de la sede del PSE de Galdakao, mostró su apoyo a la labor realizada por el presidente español y líder de su partido, y arremetió contra quienes desde las filas del PP han censurado su trabajo. «¿Por qué no empiezan por su propia casa y deciden democráticamente quiénes son sus candidatos? Porque a Rajoy lo eligió Aznar y a sus candidatos municipales los ha elegido Rajoy», les reprochó.

El lehendakari también aludió a la petición de elecciones anticipadas, respondiendo al PP que «se le nota demasiado que sólo tienen una obsesión, que es el asalto a La Moncloa y están nerviosos porque ven que, cada día que pasa, lo tienen más difícil».

«Que decida el pueblo»

Ni Urkullu ni López se olvidaron de prestar atención a la carrera electoral del 22 de mayo. El presidente del PNV se refirió a la presencia de la izquierda abertzale parar afirmar que su partido «hace lo que puede» por defender su participación para que «sea el pueblo el que decida». Dijo estar convencido de que la izquierda abertzale «va a estar» en las urnas, pero se mostró contrario a continuar en el «torbellino permanente» porque no quiere «hacerles la campaña gratis».

Sobre el Ejecutivo de Lakua, opinó que López sigue «sin política económica ni industrial» y censuró su trayectoria por «olvidar que el Tren de Alta Velocidadad es un proyecto estratégico que entra dentro de los acuerdos del PNV con el Gobierno español» y por su «falta de compromiso» con la cultura, el euskera y los servicios sociales. «Éste es el desgobierno que tenemos», sintetizó.

A estos puntos, pero con una perspectiva totalmente opuesta, hizo referencia también López, que afirmó que el objetivo del PSE es claro: «derribar las dos fronteras que crean injusticia». «La del enfrentamiento de identidades para construir una sociedad vasca unida y fuerte en la que todos nos reconocemos igualmente vascos y miembros de la misma sociedad vasca», por un lado; y, por otro, «la de la desigualdad», ante la que propuso defender tanto en los ayuntamientos como en el Gobierno que él mismo preside, «el Estado del Bienestar y los servicios públicos universales». «Ésa es -subrayó- nuestra tarjeta de visita, con la que nos presentamos a las elecciones municipales. Y, de verdad, que merece la pena».