Saleh condiciona negociar el traspaso del poder al fin de las protestas
GARA |
El presidente yemení, Ali Abdalah Saleh, pidió ayer a la oposición que suspenda las protestas políticas contra su régimen como paso previo a una negociación del traspaso pacífico del poder, informó la agencia SABA.
Saleh expresó su disposición a tratar el traspaso del poder «dentro de la Constitución», pero después de que el llamado Encuentro Compartido (coalición que agrupa a la oposición) «ponga fin a las protestas, los cortes de carretera, los asesinatos y la rebelión en algunas unidades del Ejército».
La protestas se repitieron ayer. En Taiz, al sur de la capital, dos manifestantes murieron y alrededor de un centenar resultó herido en los enfrentamientos entre opositores al régimen y las fuerzas de seguridad, según un médico citado por Reuters. Adén vivió su segunda jornada de huelga general convocada por la oposición, que también insta a dejar de pagar impuestos y los recibos de la electricidad y el agua, como medida de desobediencia civil.
El sábado, la oposición remitió al Gobierno una nueva propuesta para la transición, que incluye la dimisión de Saleh, la entrega del poder a un vicepresidente y la formación de un Gobierno de unidad que organizaría las próximas elecciones.
Por su parte, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, encargó a su ex ministro de Agricultura Adel Safar, cinco días después de la renuncia del Ejecutivo en un intento de acallar las protestas que exigen reformas. El nuevo Gobierno se encargará de introducir las reformas escalona- das prometidas por Al-Assad, entre ellas el esperado levantamiento del estado de emergencia vigentes desde 1963.
Miles de personas acudieron ayer a los funerales de los ocho manifestantes muertos en viernes en Duma por la Policía.
En Marruecos, unas cuatro mil personas se manifestaron pacíficamente en Casablanca en demanda de democracia, justicia social y castigo a la corrupción, informó AFP.
En otro de los países árabes sumidos en la ola de protestas, Bahrein, un hombre que permanecía detenido en dependencias policiales por su participación en las manifestaciones contra el régimen de los Al-Jalifa falleció ayer. El Ministerio de Interior afirmó que padecía una enfermedad y murió pese a haber recibido su medicación, pero la oposición aseguró que murió en extrañas circunstancias tras cinco días arrestado.