Los problemas no dejan de crecer en estos últimos días, y las bolsas lo recogen con tomas de beneficios, aunque sin grandes alarmas. En el panorama se divisan, ya casi sin remedio, las subidas de los tipos de interés a ambos lados del Atlántico, empujadas por el rápido encarecimiento del crudo, que ayer superaba los 121 dólares. De este modo, se da como segura el alza del precio del dinero en la reunión de mañana del BCE. Para Estados Unidos, sin embargo, el plazo de espera es mayor, aunque también crecen las expectativas a gran velocidad. En Portugal, ya casi a la carrera, se estrecha el cerco a sus posibilidades de capear el temporal de la deuda y los pronósticos apuntan a un irremediable rescate en las próximas semanas. El nuevo golpe a su calificación crediticia lo propinó ayer Moody's al rebajar la deuda soberana a Baa1, por lo que se queda a tres peldaños de pasar a grado especulativo. El Ibex terminó en los 10.678,60 puntos, después de descontar un 0,72%. Las caídas de Londres y París fueron muy leves, al tiempo que Fráncfort repitió cierre. En el Ibex, la lista de ganadores se redujo a Sacyr, BME, Inditex y ArcelorMittal. La constructora se apuntó un 1,23%, pero el resto ni siquiera alcanzó el 1%. Los grandes bancos, golpeados de nuevo por su exposición a Portugal, se fueron abajo. Santander cayó un 1,42% y BBVA, un 1,09%. Ninguno de los pesos pesados escapó de los números rojos: Iberdrola cedió un 0,80%, Telefónica un 0,44% y Repsol, un 0,36%. En París, la mayor subida fue para ST Microelectronics (+2,47%). EDF (-3,72%)y GDF-Suez (-1,93%) fueron los más penalizados.