El Gobierno anunció estar dispuesto a emprender reformas para poner punto y final al conflicto que azota el país desde hace más de mes y medio, pero excluyó la salida del coronel Muamar al-Gadafi.

El portavoz del Gobierno libio, Ibrahim Musa, aseguró la noche del lunes que el régimen está dispuesto a negociar todas las modalidades de una reforma política, como elecciones o un referéndum: «eso es negociable».

Sin embargo, aclaró que «el líder (Gadafi) es la válvula de la seguridad para el país y para la unidad de la población y de las tribus. Pensamos que es muy importante para cualquier transición hacia un modelo democrático y transparente».

El Consejo Nacional Transitorio (CNT), que representa a los rebeldes en su feudo de Bengasi, considera que la condición previa para dar el paso hacia una apertura democrática es la salida de Gadafi y de sus familiares.

Brega y Misrata

Durante el día de ayer, el centro de las actuaciones militares aliadas se centraron en las inmediaciones del enclave petrolero de Brega, a 800 kilómetros de Trípoli. Los rebeldes consiguieron acercarse, pero tuvieron que replegarse tras una potente respuesta por parte de las tropas gadafistas.

La OTAN también llevó a cabo varios bombardeos en Misrata, ciudad considerada «prioridad número uno» por la situación que se vive sobre el terreno.