Estos días son muchos los que resoplan, no sólo por las altas temperaturas, sino también porque la próxima factura del gas no volverá a dejar temblando muchas cuentas bancarias. Temperaturas veraniegas en abril, es el estribillo que más se repite, aunque tampoco es que estemos ante una situación meteorológica fuera de lugar. «Los días de calor tórrido en abril no son tan raros. Incluso en marzo y en pleno invierno, en febrero, también se han alcanzado temperaturas muy elevadas en la costa», aclara Margarita Martín, responsable de Aemet en la CAV.

De parecida opinión es Joseba Areitio, responsable de la asociación meteorológica Amillena: «Es una situación que se produce en otras ocasiones y que suele originar temperaturas muy altas en cualquier época del año: incluso en febrero de 1990 hubo temperaturas de 27º en Bilbao». No hay que olvidar que en abril de 2010 también el mercurio se disparó, aunque es más habitual que suceda en la última parte del mes y no en esta primera.

La próxima semana, templada

Detrás de esta situación más que primaveral se encuentra la entrada de aire cálido desde el norte de África debido a la presencia de un anticiclón en el Mediterráneo, que genera vientos del sureste cálidos y secos. Una situación que perdurará al menos hasta mañana por la tarde, para torcerse algo el domingo. «A partir del sábado, el anticiclón se retirará hacia el Atlántico, lo que traerá vientos del norte y un descenso de las temperaturas. No obstante, seguiremos con temperaturas templadas para esta época del año, al menos, durante una semana más», aventura Areitio en su predicción.

También MeteoFrance predice para Biarritz una semana entrante sin agua al menos hasta el sábado, con máximas que, eso sí, se situarían entre los 17 y los 19 grados, por debajo de los actuales calores.

Pero hoy seguiremos notando sofocos; más que ayer, incluso. ¿Quiere decir esto que, de manera temprana, hemos dicho adiós a cualquier rescoldo invernal? «Parece que la segunda quincena de abril podría tener ya un caracter más lluvioso y frío», atisba Joseba Areitio, quien, echando mano de todas las reservas que caracterizan las predicciones a medio plazo, avanza que, según los partes actuales, «no es descartable que en la segunda quincena de abril veamos de nuevo nieve en las montañas».

De momento, los baserritarras aprovechan el adelanto en varios días de la germinación de la huerta, rogando para que una repentina helada no dé al traste con su adelantando trabajo.