Zuriñe Andrés (LAB), Noemi Etxebarria (ELA) y Begoña Suárez (UGT), junto a una nutrida representación de delegadas sindicales de las tres centrales, anunciaron ayer en Bilbo que el próximo martes 12 de abril llevarán a cabo concentraciones de protesta a las 18.00 en Bilbo, Donostia y Gasteiz. Han convocado también a los padres de los alumnos para que la presión sea mayor y aglutine a una parte importante de la sociedad.

El 14 de abril, llevarán adelante una huelga en el sector, que ocupa a 4.000 trabajadoras, «por la irresponsabilidad del Gobierno de Gasteiz y la no negociación de las empresas subcontratadas».

Advirtieron que están dispuestas a iniciar acciones más contundentes después de las vacaciones de Semana Santa, sin descartar una huelga indefinida. «No hemos planteado una huelga indefinida, pero queremos que el Gobierno de Gasteiz recapacite en estas dos próximas movilizaciones, porque las asambleas de trabajadoras han apostado por protestas más contundentes», dijeron las portavoces sindicales.

«El Departamento de Educación del Gobierno vasco, en complicidad con la Asociación de Padres y Madres EHIGE, ha orquestado un engaño donde las únicas beneficiadas han sido las empresas adjudicatarias del servicio», insistió Zuriñe Andrés, mientras que Noemi Etxebarria recordó que acordaron una subida de la cuota mensual en el comedor de diez euros «para la mejora de la calidad del servicio, pero que tan sólo ha mejorado los datos económicos de las empresas, en ningún caso el servicio que se ofrece ni las condiciones laborales de las trabajadoras del sector».

Tacharon de «irresponsable» al Gobierno de Gasteiz y culparon a las empresas subcontratadas por el Ejecutivo de Patxi López como Gastronomía Baska, Auzo Lagun, Goñi, Gastronomía Cantábrica, Eurest, Tamar y Magui «porque no negocian, sino que mandan a un abogado con limitación del mandato». Las trabajadoras pidieron de nuevo ayer la equiparación salarial del conjunto del personal; una mejora de la calidad del servicio que conllevaría contratos más amplios y estables; y, por último, una formación específica dirigida para el conjunto de las trabajadoras. También rechazaron las discriminaciones.