Aritz Aranburu supo sobreponerse a sus rivales y a los elementos, en la manga disputada en la madrugada de ayer en el Drug Aware Pro australiano. Y es que, además de olas de entre 3 y 4 metros de altura, el viento sopló con mucha fuerza. El zarauztarra pudo hacer frente a las circunstancias y clasificarse primero de su manga para la ronda de 24 surfistas.

«Ha sido muy duro. Todas las mangas se disputaron sobre condiciones muy complicadas. Sin embargo, la nuestra ha sido especialmente dura porque ha coincidido cuando el viento soplaba con más fuerza», confirmó Aranburu nada más salir del agua. Y es que Margaret River, de momento, se ha llevado la palma del campeonato más exigente en lo que va de circuito. Tablas rotas, moratones y gran confusión entre los surfistas. «Allí abajo no se veía ni se oía nada. Además, era imposible saber qué es lo que estaban haciendo el resto de competidores», señaló al respecto.

Tal fue el jaleo, que el guipuzcoano ignoraba si seguía o estaba eliminado. «Sabía que había surfeado una ola mediocre y otra bastante buena, pero necesitaba otra para poder pasar de ronda. Ha sido justo al final de la manga que he podido coger una ola que me ha dado el pase a ronda de 24», dijo exhausto aunque muy contento. El nivel es prácticamente de un evento del World Tour. De hecho, son varios los surfistas de dicha categoría que ya han dicho adiós. Los últimos, los australianos Josh Kerr y Matt Wilkinson.

Final con suspense

Lo cierto es que la manga fue bastante loca. Especialmente en los minutos finales. Aritz encabezaba la misma pero una ola de 6.60 del norteamericano Patrick Gudauskas y una segunda ola del australiano Jack Freestone le relegaban a la tercera plaza. Sin embargo, los jueces marcaron una interferencia de Patrick Gudauskas y la última ola de Aritz, ya sobre la bocina, le volverían a colocar en la primera posición. Ahora se enfrentará a su amigo Marc Lacomare. El de Toulousse es una de las promesas del surf europeo. Así pues, no será una manga en absoluto fácil para el zarauztarra.