El peplum ya no se rueda en Italia, porque ahora las películas de romanos transcurren en Inglaterra, y es que se han hecho varias seguidas sobre el mito histórico de la desaparición de la Novena Legión. A los títulos «La última legión» y «Centurión» hay que sumar ahora «La legíon del águila», realizada por el documentalista escocés Kevin MacDonald, quien a partir de la oscarizada «El rey de Escocia» también se ha hecho un sitio en el cine de ficción.

El guión basado en la novela de aventuras que Rosemary Sutcliff escribió a mediados de los años 50, se toma no pocas licencias a la hora de recrear el siglo II DC en el que se sitúa la acción.

Las mayores libertades son las relativas al diseño antropológico de las tribus celtas que resisten a la invasión del Imperio Romano en lo que hoy es Escocia, pues se han llegado a utilizar rituales de los nativos de Norteamérica y también se ha empleado el gaélico, idioma que no se habló en esa zona de las islas hasta cuatro siglos después.

Lo que no ha cambiado es el paisaje natural que da su dimensión épica al relato, como fondo del duelo interpretativo entre Channig Tatum y Jamie Bell, en los respectivos roles de centurión y esclavo a los que la guerra ayuda a forjar una historia de amistad en pos de la recuperación del símbolo de la Legión.