Una multitudinaria movilización en Budapest exige una Europa más social
Alrededor de 50.000 personas participaron ayer en Budapest en una manifestación convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) para protestar por las políticas de recortes y exigir una Europa más social. La movilización, con el lema «No a las políticas de austeridad, por la Europa social, por un salario y empleo justos», coincidió con la reunión informal de los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete en Gödöllö, al noreste de la capital húngara.
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En la manifestación de ayer tomaron parte representantes de 45 confederaciones sindicales de 22 países europeos y, al término de la marcha, los líderes sindicales dirigieron unas palabras a los presentes en la céntrica plaza budapestina «Oktogon», repleta de banderas de las organizaciones convocantes.
El mensaje de los representantes sindicales se centró en subrayar la necesidad de una Europa más social. El secretario general de la CES, John Monks, aseguró que «los obreros no pagarán los costes de la crisis» y pidió a los ministros reunidos en Gödöllö que creen trabajo y crecimiento y mantengan el sistema social europeo.
«Gobernar Europa es reforzar el modelo social y no atacarlo», defendieron los convocantes, rechazando los planes de austeridad, la precariedad laboral, la desregulación de las normas laborales y el aumento de la desigualdad social.
La manifestación también sirvió para solidarizarse con Portugal, que solicitó ayuda financiera a sus socios de la eurozona y al Fondo Monetario Internacional (FMI), y que deberá aplicar medidas de austeridad a cambio de la inyección de capital.
Los ministros, responden
Los ministros de Economía y Finanzas no eludieron responder a los emplazamientos de los sindicatos. La vicepresidenta económica del Ejecutivo español, Elena Salgado, afirmó que entiende «perfectamente» su decisión de manifestarse en protesta por las medidas de ajuste adoptadas por los Gobiernos europeos, pero insistió en que estas medidas son necesarias «para poder seguir pagando el Estado de bienestar».
Salgado admitió que las decisiones de austeridad son difíciles, especialmente para un «Gobierno socialista», dijo. Pero añadió que «indudablemente son necesarias. Necesitamos crecer y crecer mejor y reducir nuestro déficit para poder seguir pagando el Estado de bienestar», insistió.
«Entendiendo perfectamente su posición. Nos gustaría también que ellos entendieran la nuestra», concluyó.
También el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble, defendió que las medidas de austeridad son imprescindibles para garantizar la estabilidad del euro.
«Riesgos importantes»
En el encuentro de ayer, los ministros de Economía de los Veintisiete admitieron que la UE todavía no ha dejado la crisis atrás y que persisten «riesgos importantes» para la recuperación, especialmente las tensiones en los mercados de deuda y la subida de los precios del petróleo y de las materias primas.
La receta de la UE pasa por «continuar los ajustes para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas», realizar test de estrés a los bancos que sean «transparentes y creíbles», tener preparadas ayudas públicas para los que suspendan y realizar reformas estructurales, explicó el ministro húngaro de Finanzas, Gyorgy Matolcsy.
Un total de veinticuatro bancos y cajas de ahorros españoles serán sometidos este año a los test de solvencia europeos para medir su capacidad de respuesta ante situaciones adversas. La ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, mostró su confianza en los resultados tras las reformas emprendidas en el sector.
Después de las 27 entidades que fueron sometidas el pasado año al control de los supervisores bancarios, nuevamente el Estado español es con diferencia el que posee más entidades a analizar, ya que sus bancos y cajas suponen un 26,6% del total de 90 entidades europeas que componen la lista divulgada el viernes por la Autoridad Bancaria Europea.
Este año se medirá la capacidad de resistencia de un total de 24 bancos y cajas, entre los que figuran el BBVA, Banca Cívica, BBK, Kutxa y Caja Vital
La ministra española Elena Salgado, antes de participar en la segunda jornada de la reunión informal de ministros de Finanzas en la capital de Hungría, confió en que «hasta la última caja de ahorros» española podrá superar las pruebas de esfuerzo. «La recapitalización que en este momento se está llevando a cabo va a facilitar que hasta la última caja de ahorros pueda pasar esos stress test».
La ministra confió en que este «ejercicio de transparencia», como lo calificó, redunde en una mejora de la percepción de la economía española en los mercados. «Vamos a volver a hacer un ejercicio de completa transparencia y creo que los mercados lo van a agradecer», dijo, para insistir una vez más en que no existe «ningún riesgo de contagio» de la crisis portuguesa. GARA