GARA > Idatzia > Mundua

Barcelona pone punto final a las consultas sobre la independencia

Nadie en Arenys de Munt, ni en el resto de Catalunya, se imaginaba que la consulta sobre la independencia realizada en setiembre de 2009 en este pueblo de 8.000 habitantes, desencadenaría una avalancha de referéndums en más de 550 municipios catalanes. Este domingo finaliza el proceso con las consultas en 23 municipios, entre los que destaca, por fuerza, Barcelona; el debate sobre la independencia ha llegado a la capital.
p034_f01.jpg

Beñat ZALDUA

Hasta este fin de semana, 532 municipios habían realizado la consulta, con un saldo de 618.415 votos, de los cuales el 92,6% se pronunciaron a favor de la independencia. Además de Barcelona, este fin de semana resulta interesante la consulta en Gavà, en la comarca del Baix Llobregat, feudo tradicional de un Partido Socialista tambaleante, que ve impotente cómo el debate sobre la independencia lo supera.

Pero todos los focos están puestos en la capital. Resulta obvio decir que no es lo mismo organizar una consulta en un pueblo de un millar de habitantes que en toda una capital que supera el millón.

No ha sido fácil poner de acuerdo a los organizadores, procedentes de movimientos con pocos denominadores comunes, más allá del catalanismo compartido. La pregunta impresa en la papeleta es buena muestra de ello: «¿Está de acuerdo en que la nación catalana se convierta en un Estado de Derecho, independiente, democrático y social, integrado en la Unión Europea?». Se ha discutido, por ejemplo, si había que hablar de Catalunya o Països Catalans; cuestión resuelta mediante la fórmula «nación catalana», que permite hacerse a cada uno el mapa que más le guste. El tema de la Unión Europea también ha sido espinoso, pues muchos han cuestionado su necesidad y conveniencia. De hecho, más de uno se ha distanciado del proceso a causa de ello.

UN EJÉRCITO DE VOLUNTARIOS

Tampoco ha sido fácil organizar una consulta que no ha recibido ninguna ayuda financiera, ni de ningún tipo, por parte de las instituciones. La Alcaldía, el Arzobispado y la patronal, entre muchos otros, han mirado el proceso con recelo, cuando no se han opuesto claramente.

Toda esta falta de medios ha sido suplida con los más de 3.000 voluntarios que se encargarán hoy de organizar los 347 colegios electorales y las 480 urnas instaladas para la ocasión. Durante el largo año que lleva preparándose la consulta, todo un ejército de jubiladas, jubilados, jóvenes y parados se han encargado de organizar los barrios, empapelar la ciudad y dar a conocer la iniciativa.

El proceso ha permitido un encuentro entre grupos diversos, personas con ideologías diferentes y generaciones con más de 40 años de diferencia. «A mí esto me ha dado la vida», confesaba el miércoles Ferran, un trabajador de banco prejubilado, mientras pegaba carteles por las calles de Sants junto a Eloi, joven estudiante de Historia.

Los voluntarios han sido los responsables del exitoso voto anticipado. Durante las últimas semanas, varios puntos de voto, fijos y móviles, han buscado el voto anticipado de los habitantes de Barcelona. Esta votación ya ronda el 10% de participación, lo que prácticamente asegura que la consulta alcanzará el 12%. Esta cifra es importante, ya que es el porcentaje de participación que obtuvo el referéndum del Ayuntamiento sobre la reforma de la avenida Diagonal. «Gastándose no sé cuántos miles de euros llegaron al 12% y nosotros, sin dinero, con nuestras manitas, les superaremos. Sólo eso ya es un éxito», proclama orgulloso Ferran.

REACCIÓN POLÍTICA

Salvador Cardús, un escritor que pocos se imaginaban al principio que fuese a apoyar la consulta, escribía esta semana que uno de los grandes éxitos de este proceso ha sido «poner la independencia en el centro del debate político nacional». Y en este debate, que ha alcanzado a los partidos, los políticos se han tenido que definir.

Hay quien, por convicción, oportunismo o puro instinto de supervivencia, ha apoyado el proceso desde el principio, como por ejemplo ERC o Laporta y su grupo. Frente a la magnitud que estaba alcanzando el proceso, otros como CiU han tenido que subirse a un tren en marcha para no perder a su base. Así se explica el reciente voto de Jordi Pujol y Artur Mas, que, dicho sea de paso, ha hecho aumentar ostensiblemente el número de votos.

La oposición del PP resultaba obvia, pero también el PSC, que al principio se mantuvo al margen, se ha terminado oponiendo a la consulta. Muestra de ello son las prohibiciones del Ayuntamiento -en manos del socialista Jordi Hereu- a instalar mesas electorales en algunos lugares públicos o a colocar carteles.

Algunos de esos políticos a favor de la consulta y necesitados de votos, como el candidato de ERC a la Alcaldía, Jordi Portabella, acudieron al acto final, celebrado el viernes en la antigua plaza de toros Las Arenas, ahora reconvertida en centro comercial. En el lugar se dieron cita la ejecutiva de la organización, invitados de diverso calibre y algunos de los observadores internacionales, entre los que destacaba Jean Jambon, portavoz del NV-A, partido flamenco vencedor en las últimas elecciones belgas.

Acudieron también algunos voluntarios, a quienes estaba dirigido el evento, pero no fue, ni mucho menos, un acto de masas. Y es que no a todo el mundo le gustó la idea de celebrar el acto en un recién estrenado centro comercial, así como tampoco ha gustado que el cuartel general de la organización se sitúe el domingo en la sede de UGT. Un joven voluntario de Sants explicaba que hace dos semanas fue a una manifestación en contra del centro comercial. No le parecía muy lógica la idea de ir ahora al acto final en ese mismo lugar.

Pero más allá de estas disputas, la mayoría coincide en que, sea cual sea la participación, el proceso habrá sido un éxito. La gran pregunta que se plantea a partir de mañana es: ¿Y ahora qué? Los hay muy optimistas y muy escépticos. Para mucha gente, es un paso importante, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Lo cierto es que basta con dar una vuelta por las calles de Barcelona para darse cuenta. Mientras Alfred Bosch, escritor y uno de los impulsores de la consulta, declaraba en Las Arenas que están «a un paso de tocar la gloria», un joven que paseaba por el centro comercial miraba por la ventana la sala de actos y preguntaba, en castellano: «¿Y esto qué coño es?».

participación

Los promotores de la consulta sostienen que alcanzar hoy un índice de participación del 15% ya sería algo como para estar muy orgullosos.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo