CRISIS NUCLEAR
Japón sitúa la gravedad del accidente de Fukushima al nivel de Chernobil
Un mes después del accidente en la central nuclear de Fukushima las autoridades japonesas reconocieron la magnitud del suceso al elevar su gravedad al nivel 7, el máximo en la escala internacional, alcanzado sólo por Chernobil, en 1986. La Agencia Internacional de la Energía Atómica afirmó, no obstante, que no se puede comparar la situación de las plantas nucleares japonesa y soviética, pero TEPCO teme que las filtraciones igualen o superen en el futuro las de Chernobil.
GARA | TOKIO
Las altas concentraciones de cesio y yodo radioactivo detectadas por la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón (NISA) en la atmósfera de la zona afectada por el accidente nuclear de Fukushima I llevó ayer a las autoridades niponas a elevar del nivel 5 al 7, el máximo, la gravedad del incidente provocado por el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo. Así, Fukushima se sitúa al mismo nivel que el alcanzado por el accidente de Chernobil (Ucrania), hace veinticinco años, aunque las mediciones de la NISA no tienen en cuenta el impacto de la contamina- ción en la tierra o el mar.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y varios expertos en la materia coincidieron, sin embargo, en señalar que no se puede comparar el accidente de Fukushima con el de Chernobil porque son «totalmente distintos». Según la AIEA, la subida de la calificación «no transmite que es peor de lo que se pensó (inicialmente)», sino que hasta el momento no se sabía la cantidad de radiación liberada.
También el portavoz de la NISA, Hidehiko Nishiyama, insistió en las diferencias entre los dos únicos accidentes que han alcanzado el máximo de 7 y citó que el nivel de emisiones radiactivas de Fukushima equivale por ahora al 10% de las liberadas por el reactor 4 de Chernobil. Recordó también que en Japón nadie ha muerto por la radiación, mientras que en Ucrania murieron 30 personas por exposición directa.
Según Nishiyama, la radiación, aunque alta, permite trabajar para enfriar y estabilizar los reactores, pero se desconoce cuándo se podrá controlar la situación.
Precisamente esa incertidumbre hace temer a la empresa operadora de la planta accidentada, TEPCO, que las emisiones radiactivas acaben igualando o superando en el futuro a las que se produjeron en Chernobil. «La filtración de radiación no se ha detenido completamente», admitió un portavoz a la agencia Kyodo.
«Paso a paso»
En una comparecencia pública, el primer ministro japonés, Naoto Kan, negó que haya habido un retraso en reconocer la magnitud real de la tragedia y elevar el nivel de gravedad y que se haya infravalorado lo sucedido. Intentó tranquilizar a la opinión pública afirmando que la situación se está estabilizando «paso a paso» en Fukushima y que las fugas radiactivas han disminuido, pero reiteró que «aún no hay espacio para el optimismo».
Kan pidió a los japoneses que, poco a poco, se vayan incorporando a la vida normal, tras pedirles, de cara a la reconstrucción, que consuman los produc- tos de las zonas devastadas por el terremoto, informó Kyodo.
Las autoridades de Japón calificaron el accidente nuclear de nivel 7, el máximo de la Escala Internacional de Eventos Nucleares y Radiológicos (INES), utilizada para comunicar sobre seguridad atómica. Los niveles 1 a 3 de la escala, en vigor desde 1990, corresponden a incidentes y los niveles 4 a 7 a accidentes.
Los tres inferiores se refieren a problemas de seguridad sin impacto en la población o en el medio ambiente o con un impacto superior a los límites reglamentarios, pero no letal, y contaminación «significativa» o «grave» en una zona no prevista.
La liberación limitada, considerable o importante de materiales radiactivos, el número de muertos por radiación y la fusión de combustible o la dimensión de los daños en el núcleo, con alta probabilidad de exposición a la población, elevan la gravedad del accidente hasta los niveles 4, 5 y 6.
El nivel 7 supone la liberación grave de materiales radiactivos con amplios efectos en la salud y el medio ambiente, que requiere la aplicación y prolongación de las contramedidas previstas.
GARA
Las réplicas generadas por el terremoto que sacudió Japón el 11 de marzo se pueden seguir sintiendo en el archipiélago durante semanas o incluso meses, pero su frecuencia y magnitud disminuirán con el tiempo.
