Las fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego ayer en Baida, localidad próxima a la ciudad de Banias, cercada por el ejército desde hace tres días y completamente aislada del exterior, después de confrontaciones durante el fin de semana. Un testigo mencionó a France Press disparos indiscriminados, «una lluvia de tiros», que dejó al menos dos personas heridas.

«Las fuerzas de seguridad han entrado en la ciudad y han registrado las casas. Varios hombrese han sido arrestados».

«El objetivo del ataque es probablemente la detención de Anas al-Chouhri, uno de los jefes del movimiento de protestas», según militantes de organizaciones de derechos humanos. Siria está inmersa en un movimiento de protestas desde el 15 de marzo. Al menos 30 personas han muerto en las manifestaciones, sobre todo en la ciudad de Deraa y Banias, entre el viernes y el domingo pasados, a pesar de las promesas de reformas del Gobierno de Bachar al-Assad. Ayer una página en Facebook lanzó un llamamiento a una jornada «en honor de los mártires, los heridos y los presos».

«Las fuerzas del orden y el ejército siguen asediando a Banias y no sabemos qué nos preparan. Hay escasez de pan, la electricidad se corta y la mayor parte del tiempo las líneas telefónicas también», explicó Anas al-Chouhri.

«El ejército se ha concentrado en la salida de la ciudad y las fueras de seguridad y los shabbiha (agentes del régimen) han efectuado numerosas detenciones. La ciudad está muerta y las tiendas cerradas», relata Abdelbasset, un electricista. Cheikh Mohammad, predicador en la mezquita afirma que «numerosas familias han evacuado a las mujeres y a los niños. Para Yasser, otro testigo, «fueron las fuerzas de seguridad las que mataron a los militares en Banias, porque rehusaron atacar la ciudad.

El domingo las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra sus habitantes, sobre todo ante las mezquitas de Banias, causando cuatro muertos y 17 heridos. La agencia oficial Sana habló de una emboscada contra un convoy militar que causó nueve muertos.

La organización Human Rights Watch (HRW) acusó a las fuerzas de seguridad sirias de haber impedido el personal médico atender a manifestantes heridos el viernes en Deraa y Harasta. Por su parte, las autoridades han elevado el tono los últimos días ante el conflicto creciente, acusando a «instigadores de disturbios» de querer sembrar la discordia.