Un grupo de inmigrantes se rebeló ayer en la isla italiana de Lampedusa, al conocer la decisión de repatriación a sus lugares de origen que tomó el Gobierno de Silvio Berlusconi.

El Ejecutivo italiano les había asegurado el traslado a otras provincias italianas, opción que después no materializó al conducir a un grupo de 30 tunecinos a su país. Los repatriados llamaron horas después a sus allegados en la isla, informándoles de que no les trasladaron finalmente a la península italiana. Así pues, cerca de 1.300 inmigrantes iniciaron una protesta incendiando los colchones del centro de acogida en el que son retenidos.

Viendo los altercados acaecidos, el Ministerio del Interior tuvo que recular, prometiendo trasladar a los inmigrantes a otros centros de acogida; no obstante, aseguró que los inmigrantes llegados a la isla antes del 5 de abril no podrán optar al permiso de residencia temporal, hecho que provocó nuevas protestas.

Mientras, el goteo de inmigrantes que llegan a las costas del Mediterráneo no cesa; ayer notificaron que una barca con 110 inmigrantes libios llegó hasta las costas de Malta, al igual que otra procedente de Somalia lo hizo a Sicilia, con cerca de 250 personas a bordo.