GARA > Idatzia > Kirolak> Mendia

IBILIZ IBILI | ANTXON ITURRIZA «Aizpel»

Ermua, tan pequeño como hermoso Desde Gorlitz, bella excursión mirando al mar

p053_f01_199x108.jpg

Muchas veces se ha proclamado que la altura no es la única forma de medir una montaña. Y esa afirmación se hace particularmente patente en la cima vizcaína de Ermua. Tan sólo levanta 289 metros desde el nivel del cercano mar, pero ofrece un gran aliciente paisajístico para el montañero. Situada entre Armintza y Gorlitz, constituye una atalaya privilegiada sobre una de las zonas más atractivas y menos deterioradas de la costa de Bizkaia.

Un punto idóneo de inicio de una sencilla y gratificante excursión para ascender a esta modesta montaña es la playa de Gorlitz. En uno de sus extremos se asienta el edificio de su famoso sanatorio, todo un emblema en la historia de la sanidad vizcaína. Fue fundado en 1919 para el tratamiento de la tuberculosis ósea infantil mediante la yodoterapia y la helioterapia (Gorlitz es la zona más soleada de Bizkaia). Con el paso del tiempo sus funciones se han ido transformando, hasta convertirse actualmente en un centro de rehabilitación.

Junto al flanco norte del sanatorio (el más cercano al final de la playa) arranca ascendente la carretera de Uresarantze pasalekua, que lleva al barrio de ese nombre (a lo largo de la ruta existen numerosos lugares de aparcamiento). Deberemos recorrer por ella poco más de 1 km. Unos metros después de superar una marcada curva en la que existe un invernadero, se llega a un altillo (punto kilométrico 1 de la BI-3158). Allí, entre una hermosa encina y a una parada de autobús arranca a la izquierda una estrecha carretera. En este punto pondremos en marcha nuestro cronometraje.

Caminaremos por este tramo asfaltado tan sólo unos metros, hasta encontrar también a la izquierda otra calleja ascendente. El asfalto concluye poco más arriba, frente a una Haureskola (5 min). Se puede decir que aquí comienza realmente el itinerario montañero.

A la derecha de esta plazoleta arranca un camino pedregoso que se irá abriendo paso entre brezos, madroños y encinas sobre un lecho de lajas. La senda, ancha, clara, asciende sin titubeos hasta encontrarse con la estrecha carretera que llega hasta la barriada de Fano desde el alto de Orabilles (20 min).

Caminamos unos minutos por el asfalto hasta dejar a la derecha un par de caseríos de Fano. Poco más adelante, junto a una curva, se desprende un camino ascendente que, flanqueado de encinares, alcanza un marcado collado (35 min). Un indicador nos muestra allí la dirección a seguir (izquierda) para alcanzar la ya cercana cumbre de Ermua (45 min).

Esta montaña (289 m), coronada separadamente por un buzón y una casamata de piedra, constituye una excelente atalaya sobre la costa vizcaína a pesar de la modestia de su altitud. En dirección al mar, la vista se sentirá inevitablemente atraída por la silueta de la isla Billano, emergiendo de las aguas como un monstruo antidiluviano.

Si el ascenso lo hemos realizado a través de un entorno interior de bosques y prados, para el regreso vamos a seguir, en cambio, un itinerario permanentemente abierto al mar.

Caminar por esta ruta costera nos va a resultar muy sencillo. Desde la cumbre, tomamos en dirección oeste un sendero en descenso abierto entre las encinas que desemboca en un hermoso entorno de praderas (1 h). Siguiendo el ahora tenue sendero, cruzamos una langa, para aproximarnos al borde del acantilado. Caminando con toda la mar al frente, la ruta enfila un rápido descenso hacia el estirado torreón del faro de Gorlitz (1,15 h). Bajo su emplazamiento se encuentran todavía las plataformas de los cañones que fueron instalados en los años treinta del pasado siglo como defensa artillera de la costa.

La punta Astondo 

Un corto tramo de asfalto y llegamos a una encrucijada donde otro indicador invita a dejar la carretera y seguir a la derecha por las sendas que festonean los acantilados (1,25 h). Un breve ascenso nos sitúa en un altozano desde el que se domina la proa mineral de Azkorriaga asomándose con audacia al Cantábrico.

Vamos a descender ahora hasta este pequeño promontorio rematado por las ruinas de una antigua construcción. Parece confirmado que ya en el año 1741 existía en este morro del litoral un fortín para la defensa de la costa (1,45 h).

Retornando al collado, continuaremos siempre manteniendo al máximo la proximidad a la línea de costa por un sendero que trepa por una sucesión de escalones hasta un nuevo promontorio avanzado entre otras dos calas, desde el que descenderemos hacia la visible punta Astondo. Constituye ésta un mirador excelente sobre el arco amarillento de la playa de Gorlitz.  

Desde la punta Astondo, la agradable travesía por la costa completa su recorrido siguiendo un sendero que flanquea la ladera rocosa y desciende hacia el paseo de la playa (2,25 h).

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo