Final del parejas de la LEPM
El instinto de Aimar Olaizola siempre llega en el instante preciso
Dice la cátedra que el cuadro profesional está compuesto por quienes juegan a pelota y por quienes verdaderamente son pelotaris. Definitivamente, Aimar Olaizola posee ese instinto que lo colocan en el segundo grupo. Puede que no sea el mas fuerte, ni el más rápido, ni el más preciso, pero pero pocos habrá más «pelotaris» que el de Goizueta.
Jon ORMAZABAL |
Aimar Olaizola comenzó el Parejas inmerso en un mar de dudas. No había pasado ni un mes desde que regresó a las canchas y se enfrascó en la aventura del Parejas sin la confianza necesaria. De ahí que su empresa le pusiera con uno de sus zagueros más potentes, para que fuera cogiendo el ritmo y el juego necesario. En un campeonato especialmente largo y duro, los tres meses de competición han sido el rodaje perfecto para que su mejor versión apareciera en el momento y el lugar preciso.
Nadie pondrá en duda que Xala ha sido el pelotari más destacado del campeonato, si lo analizamos en su conjunto, de hecho, Aimar Olaizola ha recibido muchas críticas durante las quince semanas que ha durado Parejas, pero tampoco nadie podrá poner en duda que el delantero de Goizueta fue el principal protagonista de una final marcada por la ausencia de Abel Barriola.
Lo sucedido entre semana hizo pensar que la final podía romperse en los cuadros traseros, donde mucho se había hablado sobre la posible inmadurez de Mikel Beroiz, que se encontró con el reto y el marrón de ser el suplente del pelotari que todos querían ver en la cancha. Sin embargo, poco o nada se le podrá achacar al uhartearra sobre la derrota de ayer. La gran diferencia estuvo en los cuadros alegres, donde Aimar Olaizola hizo una auténtica exhibición, mientras que Xala no pudo culminar un campeonato casi perfecto.
Las finales tienen la virtud y el defecto de magnificar cada pequeño detalle, pero con todos los riesgos que ello pueda implicar, decir que el delantero de Asegarce hizo su mejor partido del campeonato mientras que el de Aspe hizo uno de los peores no se aleja en exceso de la realidad más objetiva.
Y es que, al margen de los 15 tantos conseguidos en juego, el delantero navarro marcó el ritmo del partido casi en todo momento, con la virtud de acertar a hacer lo más adecuado en cada momento. Sabedor de la importancia de comenzar bien una final, el delantero navarro tuvo un arranque de partido brillante, que contrastó con el errático inicio de Xala, llamado a marcar las diferencias.
Inicio antagónico
Se preveía que, especialmente con su pelota, el delantero de Lekuine estaba llamado a abrir huecos. Sin embargo, mientras que todo eran dudas y las ideas brillaban por su ausencia en el caso del lapurtarra, incapaz de encontrar los ángulos, la brillantez se concentró en la muñeca izquierda de Olaizola II.
Además, en la guerra sicológica que empezó en la elección de material del jueves, la estrategia también la manejó el delantero navarro. En lo que pareció ser un ejercicio de sinceridad, Olaizola II invitó a Xala a atacarle al ancho, anunciando una especie de debilidad en la defensa desde esa zona de la cancha. Sin embargo, ahí también fue superior el delantero colorado. A pesar de que el primer tanto fue azul por un error de Aimar tras 74 pelotazos -fue la única ventaja de los de Aspe en todo el partido- el pelotari de Asegarce se lució en defensa, demostrando una elasticidad y una eficacia impropia de un deportista que hace poco más de cuatro meses se machacaba en diarias sesiones de rehabilitación, tras su paso por el quirófano por una lesión de rodilla.
Bajón de Begino
Los tantos, el peloteo y la tensión que había adquirido el partido comenzaron a pasar factura y se cebaron especialmente en un Aritz begino que comenzó a dar síntomas de flaqueza, especialmente a partir del empate a catorce, tercero y último de todo el partido.
Como no podía ser de otra forma, el instinto de Aimar Olaizola fue el primero en acoplarse a la nueva realidad y no tardó en tomar la responsabilidad de la pareja. Además de dar dos pasos para colaborar con su zaguero, el menor de los Olaizola entendió que debió arriesgar en la finalización de los tantos para que la agonía no se cebara con su zaguero y el acierto fue pleno una vez más en el momento más crítico.
Y es que, tras una volea que Xala estrelló en la chapa, con la que el marcador mostró un 17-14 a favor de los colorados, Aritz Begino abandonó la cancha con la cara desencajada y se refugió en vestuarios, para tratar de recuperar el aire que le faltaba. Su musculatura se resintió del esfuerzo y necesitó de la ayuda de un masajista para desentumecer unos músculos que se habían agarrotado y que amenazaban con impedirle terminar su primera gran final.
Los esfuerzos del galeno le permitieron regresar a la cancha, pero lo que verdaderamente llevó al de Auza a su primera txapela fue la exhibición de su delantero, en enlazó una serie de siete tantos consecutivos con los que el dolor fue mucho más llevadero.
Del 14-14 al 22-14, Aimar Olaizola encadenó una serie de seis tantos de aire y una dejada sin fallo, lo que unido a la mencionada pelota que Xala mandó a la chapa permitió a Asegarce volver a saborear las mieles del triunfo, tras más de dos años de larga espera.
Como no podía ser de otra forma, en una especie de resumen d lo que fue la final, Olaizola II cruzó un gancho que Xala no pudo levantar y tuvo levantar del suelo a un Begino roto de cansancio y felicidad.
La de ayer fue la octava txapela de Aimar Olaizola y la primera de Aritz Begino, pero ambos tuvieron dedicatorias muy especiales para ambos. En el caso del delantero, Aimar Olaizola se acordó de su pareja y del pequeño que está por llegar, pero también por todos los médicos y recuperadores que han estado con él en el largo proceso de recuperación de su lesión de rodilla. En el caso de Aritz Begino, la txapela tuvo un recuerdo mucho más amargo, ya que se la envió a su amigo Sergio recientemente fallecido en un accidente y a toda su familia, como muestra de apoyo en estos duros momentos.
Ya en el aspecto deportivo, Aimar Olaizola coincidió en que el de ayer fue probablemente su mejor partido del Parejas.«Igual he jugado el mejor partido del campeonato. Me he encontrado bien y he cogido pelota adelante. Otra veces también también coges pelota adelante y quizás las cosas no te salen también», apuntó.
El de Goizueta tampoco se olvidó de Begino y valoró mucho el esfuerzo de su compañero en la zaga, «en un partido que ha sufrido mucho», hasta el punto que incluso tuvo que abandonar la cancha con ayuda después de que su compañero firmase el tanto 22.
Pese a todo el zaguero de Auza salió a rueda de prensa con una enorme sonrisa en su rostro y destacó lo mal que lo pasó en cancha. «Me ha costado mucho con la pelota de ellos porque no podía quitarle pelota a Xala y Beroiz se ha ido arriba. He sufrido mucho», resumió. J.O.