Balance de la temporada 2010/11 de Hondarribia-Irun y UNB Obenasa
Pagando una mala primera vuelta
La lesión de DeForge y la bisoñez de Obenasa lastraron el inicio de Liga, que no se logró corregir pese a mejorar en la segunda vuelta.
Arnaitz GORRITI
Definitivamente, la temporada 2010/11 de la Liga Femenina no ha resultado buena para Hondarribia-Irun y UNB Obenasa. El conjunto navarro perdía la categoría en su año de estreno en la élite del baloncesto, mientras que el conjunto guipuzcoano se quedaba con la miel en los labios, a las puertas de clasificarse para disputar la Eurocup, competición que no juega desde la temporada 2007/08.
Lo de quedarse con la miel en los labios es el denominador común de ambos conjuntos, ya que si Hondarribia-Irun luchó por Europa hasta el final, el conjunto iruindarra hizo lo propio para mantener la categoría. En ambos casos, una pésima primera vuelta lastró el devenir de su temporada, siendo insuficientes sus esfuerzos y su evidente mejora a partir de la segunda mitad del calendario.
«Conseguir siete victorias en la segunda vuelta está muy bien, pero sólo obtuvimos cuatro en la primera. Ahí se nos escapó Europa», comentó a este periódico José Mari Izagirre, presidente de Hondarribia-Irun. «Con todo, viendo que el año pasado nos salvamos en la última jornada, no puedo estar más que contento. La pena es la derrota que sufrimos en casa ante el Girona -por 53-62, el pasado 30 de marzo, después de mantenerse invicto en Hondartza toda la segunda vuelta-, donde creo que nos pudo la ansiedad de hacer las cosas bien», añadía.
Comprender el rol
Al igual que el año pasado, el equipo de la bahía de Txingudi sufría una lesión importante en la pretemporada. Anna DeForge se lesionaba de gravedad en la concentración con la selección montenegrina, y no volvería hasta enero. «El equipo estaba diseñado para jugar a su alrededor, pero su lesión nos trastocó los planes por completo. De hecho, no ha terminado de alcanzar el ritmo adecuado, y creo que le vendrá bien que vaya nuevamente convocada con su combinado», añadía el responsable de Txingudi Saskibaloia.
Para Izagirre, la clave de la mejora en la segunda vuelta estuvo «en que cada jugadora comprendió al fin el rol que debía cumplir. Salvo Ana Suárez, que ha crecido mucho y ha hecho su mejor temporada desde que está en Hondarribia -llegó en la campaña 2006/07-, las demás han tenido muchos altibajos. Había mucha competencia en los entrenamientos, ya que cada jugadora pensaba que podía ser titular. Pienso que el equipo ha mejorado desde el momento en que han dejado de luchar para comprender qué rol tiene cada cual en el grupo».
Por último, el regreso tras ocho años de Pepelu Mujika también ha sido vital. «Necesitábamos un entrenador de club», estimaba el presidente de Txingudi Saskibaloia. «Manel Sánchez y Joan Albert Cuadrat son buenos profesionales, pero necesitábamos alguien más implicado en el día a día del club, y ahí hemos acertado con Pepelu. Por eso va a continuar, junto con Ane Peña, en el club».
Un paso atrás para tomar impulso
UNB Obenasa se estrenaba en la élite en su cuarto año de andadura profesional con un equipo joven y ambicioso. Sin embargo, el técnico iruindarra César Rupérez lamentaba que esa misma bisoñez y la falta de un par de piezas clave hasta diciembre pasaron factura a la hora de no lograr la permanencia. «La lesión y el posterior corte de Milena Vukicevic nos hizo mucho daño. Nos hacían falta jugadoras de calidad, y durante la primera vuelta nos pasó que la plantilla era muy corta para el nivel de la Liga Femenina».
«La llegada de Cintia Dos Santos y Tamara Abalde nos dio ese plus, de modo que obtuvimos cinco victorias en la segunda mitad, cuando en la primera sólo ganamos dos partidos», añadía el técnico navarro.
Según Rupérez, «también nos vino mal perder unos cuantos partidos ajustados en la primera vuelta, como ante Olesa en la prórroga -69-68, el 20 de octubre- o La Seu -53-61 el 13 de noviembre-. Luego fuimos capaces de ganar a Mann Filter -tercer clasificado- o al Sóller -sexto- en su casa, o luchar de tú a tú ante Rivas, pero en los partidos ante rivales de nuestro nivel, sobre todo en Arrosadia, nos ha podido la ansiedad y los fantasmas de los finales perdidos».
Uno de esos encuentros clave donde peor fueron las cosas no fue sino el derbi del 26 de marzo, donde UNB Obenasa certificó su descenso al caer 56-71. «Hondarribia-Irun tiene mucho potencial físico, y nosotras empezamos sin acierto en ataque», rememoraba Rupérez. «Esa falta de acierto se convirtió en ansiedad y esa ansiedad, en una presión excesiva. Era un partido que había que ganar sí o sí, y no dimos el nivel. Pero confío que esa derrota no sea sino un paso atrás para tomar impulso y volver a la élite con fuerza».
Ros y Perfumerías Avenida jugarán la final de la Liga Femenina. El primer partido se jugará el día 24 en Salamanca; la serie viajará a Valencia el 28. De ser necesario desempatar, se celebrará en tierras salmantinas el próximo 2 de mayo.
La pívot de Hondarribia-Irun Marina Ferragut anunciaba este martes que se retira tras 25 años de carrera. Ganó varias Ligas Femeninas, la Liga de Brasil, el Eurobasket de 1993 y jugó en las New York Liberty de la WNBA.
El baloncesto de élite femenino vive principalmente de subvenciones públicas. Por eso, el presidente de Txingudi Saskibaloia José Mari Izagirre tiene un ojo puesto en las elecciones del 22 de mayo.
«Hemos llegado a un máximo de 1.200.000 euros, pero en los últimos años nos hemos consolidado con unos 700.000 euros de presupuesto. La Diputación de Gipuzkoa nos exigió tener las cuentas auditadas y ya dicen que tocamos `el suelo' de los gastos, aunque pretendemos bajar más», anuncia.
«No obstante, ya que nosotros hemos cumplido con nuestra parte, ahora son ellos -sobre todo la Diputación y los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia- quienes han de cumplir. Quisiéramos tener la plantilla casi cerrada para junio, pero habrá que esperar a que pasen las elecciones. Por lo pronto, sólo sabemos que seguirá la capitana Tania Quintero, y que Marina Ferragut se retira. Si las cosas no se tuercen, espero que podamos hacer un equipo con el que luchar por la quinta posición y volver a Europa», adelanta.
UNB Obenasa está en otra situación. Con Obenasa y Lacturale -que también patrocina a Itxako- como patrocinadores, César Rupérez opina que «no tenemos un presupuesto grande, pero sí sólido. Eso nos da la opción de optar a una plaza de la Liga Femenina si algún equipo renunciara, lo que supone también que la plantilla será muy distinta según y dónde vayamos a jugar. Asimismo, hemos logrado consolidar un aforo de unas 600 personas en Arrosadia. En todo caso, todos conocemos la experiencia del CBN, que debió desaparecer por cuestiones económicas. No queremos que eso nos pase a nosotros», advierte. A. G.