Raimundo Fitero
Verdaderos finlandeses
Andan soliviantados porque en Finlandia ha subido en las elecciones un partido que en su traducción sería el de «Verdaderos finlandeses», al que se considera ser de extrema derecha. Esta tendencia del nacionalismo ultra es una corriente que está infectando Europa. Las reacciones actuales en algunos medios es patética. Es una mueca del cinismo. Lo que reclaman los finlandeses ascendentes no se diferencia casi nada en lo que piden muchos de los demócratas de toda la vida que forman el actual vocerío de represión política española. Es más, dudo que los finlandeses pudieron competir en verdad con los españoles.
Estamos gobernados en Euskadi por «Verdaderos españoles» que han llegado al poder después de una cacicada que intentan convertir en perpetua, con una persecución obsesiva ejecutada de manera totalitaria por los aparatos del estado utilizados de manera tan excesiva que estamos esperando la reacción de la comunidad internacional para evitar este golpe constitucional, esta infame actitud represiva universalizada. Dicen los medios de comunicación de los verdaderos españoles que la policía tiene la ficha de cincuenta mil vascos que intoxican las listas electorales. ¿Tenían tantos los servicios secretos del franquismo? ¿Consiguió la Stasi tantas fichas de estigmatizados?
Está claro que estamos ante un golpe de estado al descubierto. Manda más Carlos Dávila desde su Gaceta, que cualquier partido político. Si esos personajes infames de la peor catadura democrática, el hondureño Federico Trillo y el portavoz del señor X, Pérez Rubalcaba han pactado, con la anuencia y silencio cómplice de Urkullu, que van a repartirse el poder municipal y de las diputaciones, se hará, porque los juzgados cumplen órdenes, no dictan sentencias ateniéndose a argumentaciones jurídicas. Y si la AN dice hoy arre y mañana so, la culpa es del reo al que buscan cuando está en libertad.
Los «Verdaderos españoles» lo son por la gracia de dios, aunque esté crucificado. Ellos tienen la verdad absoluta revelada. ¿Dónde está la extrema derecha española se preguntan los incautos? Exactamente, ahí, donde usted piensa. En el ADN de los verdaderos españoles.