El Pleno municipal de Gasteiz despidió ayer la legislatura con la aprobación de los planes de redensificación para los sectores 1 y 4 de Zabalgana, y 12, 13 y 14 de Salburua. Una medida que cuenta con el rechazo de las asociaciones vecinales y que tiene como telón de fondo la revisión parcial del Plan General de Ordenación Urbana, documento sobre el que se sustenta la expansión de la ciudad.

Además, PSE y PNV aprovecharon la sesión plenaria para aprobar, de manera provisional, la construcción de nuevas viviendas en los sectores 2, 3, 5 y 6 de Zabalgana, y 7, 8, 9, 10 y 11 de Salburua. No obstante, dicha aprobación deberá ser ratificada en pleno por la próxima Corporación municipal.

En el caso de prosperar la iniciativa, y sumada a la aprobada ayer, el Consistorio acometerá la construcción de cerca de 7.000 viviendas -4.171 en Zabalgana y 2.816 en Salburua- que se sumarán a las ya existentes sin ampliar el uso de suelo.

Las asociaciones vecinales Salburua Bizirik y Zabalgana Batuz se han opuesto frontalmente a las intenciones del Ayuntamiento, ya que consideran que, detrás de la construcción de las nuevas viviendas, existen intereses «especulativos».

Postura compartida por Antxon Belakortu, actual concejal de EA y número dos de Bildu de cara a la cita electoral del 22 de mayo en Gasteiz. Durante su intervención, el edil afirmó compartir la necesidad de acometer la redensificación en ambos barrios, pero criticó que un tercio de las nuevas construcciones, y los beneficios que éstas generen, dependan de promotoras y constructoras privadas.

Hecho denunciado también por las asociaciones vecinales, que recordaron que Gasteiz cuenta con elevado número de viviendas vacías; más de 1.500 sólo en Zabalgana.

Falta de servicios

Zabalgana Batuz y Salburua Bizirik explicaron, asimismo, que la redensificación de ambos barrios traerá consigo un detrimento en la calidad de los servicios ofertados a los vecinos residentes en la periferia de la capital.

A este respecto, el presidente de Salburua Bizirik, Iñigo Lemos, destacó que los actuales servicios sanitarios y educacionales disponibles en los barrios afectados no están capacitados para hacer frente a la demanda prevista una vez se finalice la redensificación.

Por ello, desde las dos asociaciones vecinales anunciaron su intención de mantenerse firmes contra un proceso de redensificación que busca satisfacer los intereses económicos «de unos pocos».

Para los vecinos afectados, el proyecto aprobado por el Ayuntamiento es un proceso «innecesario hecho de espaldas a la participación y al debate pausado que se precisa». «No beneficia ni a la ciudad ni a los barrios afectados, suponiendo una concesión a la iniciativa privada», subrayaron.