Maite SOROA | msoroa@gara.net
Ahora presionan a los jueces
La verdad es que tienen razón para estar nerviosos. Los movimientos que se están dando en el panorama político y social vasco van en dirección diametralmente opuesta a sus proyectos de asimilación. Lo hemos visto en iniciativas como Korrika y también en la ilusión que se ha generado en torno a proyectos electorales novedosos. Será por eso que ayer «ABC» encendía todas las luces rojas del panel de mando del Estado. Hablaban, claro, de Bildu.
Según el editorialista de la cabecera madrileña del Grupo Vocento, «Lo que se ha producido no es más que la aplicación del plan B etarra, una vez frustrado el plan A de Sortu, tumbado por el Supremo en una ajustada votación indiciaria del papel que la izquierda judicial está desempeñando en este ceremonial de la confusión». La verdad es que se le ve bastante confuso al editorialista. Luego la emprende a cabezazos contra Eusko Alkartasuna y le acusa de haber «prestado su vientre de alquiler a `independientes' de la denominada `izquierda abertzale', nomenclatura que trata de ocultar lo obvio: que los `independientes' de la izquierda abertzale tienen una dependencia total de Batasuna». Esas cosas hay que demostrarlas y no refugiarse en banalidades como la «obviedad». Pero el escriba de Vocento se empeña en presionar a los jueces (para que luego hablen de independencia...) e iniste en que no faltan «pruebas que certifiquen que Batasuna es la madre nutricia de abertzales independientes». Pues servidora no las ve por ninguna parte.
No se pierdan lo que sigue: «sería deseable que la Fiscalía impugnara la totalidad de las listas, sin diferenciar unas de otras». Eso, la verdad sea dicha, se parece poco al concepto de Justicia universalmente aceptado, ¿no les parece?
Pero lo que realmente les pone de los nervios es la sensación de impotencia ante la realidad: «Da la sensación de que los resortes del Estado de Derecho se mueven a veces con desesperante parsimonia mientras ETA/Batasuna avanza rápidamente hacia su objetivo de estar presente en las elecciones (...) Y ya va siendo hora de poner fin a esta burda maniobra». Le falta poco para pedir movimientos en los cuartos de banderas de los cuarteles. Es la marca de su casa.