Si el técnico azulgrana, Pep Guardiola, se podría estar planteando la posibilidad de dosificar a sus hombres frente a Osasuna este sábado -el encuentro llega entre el partido copero de ayer y la ida de las semifinales de Champions-, también su homólogo rojillo, José Luis Mendilibar, le estaría dando vueltas a la misma posibilidad.

Consciente de que la hora de la verdad para Osasuna comienza a raíz de la visita del Valencia y de las escasas posibilidades de sacar algo positivo del Camp Nou, el técnico vizcaino ensayó ayer en Tajonar con un once en el que lo más destacado fue la ausencia de hombres habitualmente básicos y que coinciden en una misma circunstancia: están al filo de la sanción por sumar cuatro tarjetas amarillas.

Se trataria de Camuñas y Kike Sola, aunque en el caso de éste último hay que sumar el hecho de que se encontraba aquejado por un cuadro de gastroenteritis, de ahí que no estuviera entrenando con el resto de sus compañeros. Ni el madrileño ni, lógicamente, el delantero ribero estuvieron en un once -más bien se trató de un doce con el añadido del segundo entrenador, Alfredo Sánchez- que podría perfilarse como el que saltase de inicio al césped del feudo azulgrana.

Además de la ausencia de estos futbolistas hasta ahora imprescindibles en el dibujo de Mendilibar, el ensayo también deparó más sorpresas, ya que Monreal no estuvo en el lateral izquierdo, sino que su puesto fue ocupado por Calleja, mientras que por delante del jugador madrileño se situó Cejudo -cambiado de banda- y en el carril derecho estuvo Damià.

Ante la falta de Kike Sola, actuaron en punta de ataque Pandiani y Aranda, mientras que, por detrás de ellos, se movió Soriano. Más pegado al pivote, se ejercitó Vadocz, prácticamente a la altura de Nekounam, lo que podría indicar que será el sustituto de Puñal, mientras que Lolo -también con cuatro tarjetas y damnificado por las derrotas ante Atlético de Madrid y Sporting- regresaría para acompañar a Miguel Flaño en el eje de la defensa, a consecuencia de la sanción de Sergio.

Entrenamiento caliente

Tras usar la jornada de descanso para «limpiar la cabeza», como indicó Mendilibar a la finalización del derbi, el de Zaldibar les puso las pilas a los suyos durante la sesión matinal. Seguramente todavía mosqueado, como gran parte de la afición, por los recientes fallos que han costado importantes puntos, no dudó en emplear un elevado tono cuando hubo algo que no le gustó del entrenamiento.

En concreto, las tuvo tiesas con Ricardo, intercambiando algunas palabras gruesas, tras no hacer caso el portero de algunas de las específicas indicaciones de su técnico.