Aunque por filosofía y fechas parece pensado para el turista foráneo, la exposición «Jai Alai, El Universo de la Pelota» ofrece suficientes ingredientes como para satisfacer la curiosidad de cualquier aficionado. Se puede visitar en el edificio principal de la Plaza del Ensanche de Bilbo, y permanecerá abierto hasta el próximo lunes 25 de abril.

Su principal misión es introducir al visitante en las distintas modalidades de la pelota vasca, explicando el origen y la evolución de cada una, y las abundantes fotos históricas que ilustran el recorrido convierten la visita en una experiencia amena. Tratándose de la capital vizcaina, la pala y la cesta-punta adquieren un gran protagonismo, aunque el remonte, la mano y el resto de modalidades también tienen su hueco en la muestra.

Siguiendo el sentido de las agujas del reloj, la primera parada nos permite bucear en la historia de la pala, de cómo nace la modalidad del leño en el histórico frontón Euskalduna en 1904 y con algunas fotos de los primeros palistas de renombre. Ahí están, entre otros, Txikito de Abando, Cantabria o Begoñés I, el primero en jugar de aire.

Lo que comenzó en el Euskalduna -destruido durante la Guerra Civil española, reinaugurado en 1939 y derribado finalmente en 1957-, tendría su continuidad en el frontón del Club Deportivo bilbaino, cuya inauguración en 1967 lo colocaría hasta el día de hoy como centro de referencia de la pala profesional. La opción de ver y tocar una herramienta primitiva de aquellos primeros años, permite entender mejor el título del libro que hay al aldo: «La pala, la dificultad hecha juego», de Jesús María Azurmendi.

Pasando a la cesta-punta, cobra especial interés la evolución que llevó al nacimiento de nuestro deporte más internacional. Aunque el primer partido de xistera documentado en Bizkaia se remonta a 1881 en Durango, con un juego llamado punta-volea, el salto a una modalidad más cercana a la que conocemos hoy en día, no se daría hasta 1887, gracias a la nueva herramienta diseñada por Melchor Guruceaga, cuya fotografía se puede ver en la exposición.

No tienen desperdicio los numerosos documentos gráficos que retratan los cuadros profesionales a lo largo y ancho del mundo. Desde los pelotaris profesionales que jugaban a la mencionada punta-volea en Buenos Aires el año 1886, hasta los cuadros puntistas de ciudades como Vigo, Barcelona, Dania, Manila, México o Shanghai.

Homenaje a las raquetistas

Pero uno de los apartados más interesantes de la muestra es el repaso a las raquetistas, mujeres pelotaris profesionales cuyo primer partido documentado data de 1917 en Madrid, manteniéndose su actividad hasta el año 1980. A más de uno le sorprenderá comprobar que el frontón Euzkel Jai de Bilbo -actual frontón La Esperanza- fue inaugurado el 27 de enero de 1921 con un festival netamente femenino: Ángeles-Encarnita contra Rosita-Gloria en el primer partido y una quiniela entre Emilia, Maruja, Asunción, Petra, Eibarresa y Marichu como cabeza de cartel.

Un paseo entre la actualidad y la historia -los espacios sobre el rebote y la laxoa son especialmente interesantes- que se puede completar hoy, mañana y el sábado con un taller práctico en el frontón de la Esperanza con ayuda de pelotaris profesionales (de 12.00 a 14.00, 4 euros). Información en bilbaojailai.biz