En este Aberri Eguna el mensaje independentista será más claro, si cabe, que en anteriores ocasiones. No obstante, no hay que perder de vista que la fuerza de las palabras es efímera si detrás de ellas no hay una auténtica voluntad de trasladarlas a los hechos.

El ejemplo más vidente de la debilidad de los mensajes conmemorativos que suelen escucharse en esta jornada anual lo tenemos en la centenaria trayectoria del PNV, un partido que nació de las raíces del independentismo, pero que fue nutriendo su crecimiento con vagas ideas «pragmáticas» que le han llevado a convertirse, y esto es un hecho objetivo, en un cómodo bastón en el que se apoya el nacionalismo español para mantener en su órbita a una importante masa del abertzalismo, intentando hacernos creer que el mejor estatus para la ciudadanía vasca es ese supuesto equilibrio autonómico diseñado durante «la transición»

Por ello, la importancia real del mensaje que se escuchará hoy a uno y otro lado del Pirineo, enlazando Baigorri con Gernika, no residirá en las palabras elegidas, sino en las voluntades que puedan ir confluyendo para trasladarlas, de forma paulatina y constante, a nuestra realidad sociopolítica con el objetivo de modificar el actual estatus y construir un nuevo marco.

A ese escenario futuro, las formaciones soberanistas ya lo han definido en dos palabras: Estado vasco. Es un mensaje fácil de comprender, directo, sin ambigüedad y cargado de fuerza.

Lo que todavía no está definido es cómo será el camino que queda por recorrer para alcanzar la meta final a la que aspira cualquier independentista que esté convencido de que su proyecto es viable. No se alcanzará esa meta de un día para otro, pero hay que comenzar a marcar plazos para visualizar las distintas etapas que habrá que ir consumiendo, porque esperar cien años para simplemente asomarnos a ese horizonte sólo puede llevarnos a repetir el frustrante devenir del partido jeltzale.

Las formaciones políticas que reivindican su identidad abertzale tendrán que confluir de nuevo en un Aberri Eguna unitario. Eso no sucederá este domingo, pero esa primera meta está ya muy cerca. Tan cerca que, hoy, de Gernika a Baigorri se podrá viajar en un simple abrir y cerrar de ojos.