Es hora de hablar claro y actuar en consecuencia
Mientras PP y PSOE, entre reuniones secretas y puestas en escena públicas, acuerdan el alcance de la nueva barbaridad jurídica contra Euskal Herria, al presidente del PNV no se le ocurre otra cosa que afear a los representantes de Bildu el haber participado en los actos de Aberri Eguna convocados por Independentistak. Dice Iñigo Urkullu que la foto de Gernika es peligrosa para la coalición abertzale y de izquierdas en un momento en que todos los ojos -lupas, diría Rubalcaba- están puestos en ella. También le pide a Bildu una mayor claridad en sus intervenciones. Acabará echándole la culpa de las impugnaciones, del mismo modo que sostuvo que ANV había pactado con el Gobierno español los pueblos donde debía ser vetado.
Urkullu, para quien seguramente la imagen de Gernika sí es peligrosa, es el presidente de un partido que ha dado estabilidad al Gobierno del PSOE, y es también interlocutor privilegiado de Zapatero, con quien habla a menudo y estuvo reunido hace unas semanas. ¿No hablaron de los planes del Gobierno español para estas elecciones? ¿Qué le dijo Zapatero? El PNV ha pasado en pocas semanas de decir que la izquierda abertzale estará en las elecciones a insinuar que ni siquiera podrán hacerlo EA y Alternatiba. Es hora de que hable claro, cuente lo que sabe y que todo el mundo actúe en consecuencia.