Los inversores no quieren ver cercana la posibilidad de una reestructuración de la deuda griega, a pesar del toque de atención de Alemania y el elevado precio de su financiación, muy difícil de mantener en el tiempo, pese a los esfuerzos del gobierno de Atenas para transmitir confianza a los mercados. De espaldas a esta amenaza, las bolsas se congratulan de los buenos resultados de las empresas, sobre todo en Estados Unidos, donde Ford sorprendió ayer por sus buenos datos de ventas y precios. No obstante, también hubo algunas decepciones notables, como en los casos de Coca&Cola y Office Depot. Además, los índices estadounidenses, mientras esperan la respuesta de Ben Bernanke a las preguntas sobre la vigencia del estímulo cuantitativo, siguen subiendo peldaños y se han colocado ya en niveles no vistos desde 2008. Con todo, la posición es de cautela entre la mayoría de los inversores, que espera esas nuevas decisiones sobre la política monetaria y un mejor comportamiento de la deuda de los países periféricos. El Ibex terminó el día en 10.650,60 puntos, tras subir un 0,63%. El resto de plazas europeas también acabó al alza: Londres ganó un 0,85%, Fráncfort, un 0,84%, y París, un 0,59%. Del Ibex, los más destacados fueron IAG (+3,39%) y Gamesa (+2,95%). Las mayores pérdidas correspondieron a ArcelorMittal y Grifols, que cedieron más de un 1%. Todos los grandes acabaron en positivo, con Santander (+1,30%) a la cabeza. En París, las mejores notas fueron para Michelin (+5,10%), Peugeot (+3,96%) y Alcatel-Lucent (+3,69%). ArcelorMittal (-1,18%) lideró las caídas.