La revisión al alza del déficit griego incrementa las dudas sobre el país
La confirmación de que el desequilibrio de las cuentas públicas griegas fue mayor de lo esperado en 2010, con un déficit del 10,5 % del PIB y una deuda del 142,8%, ha reavivado las dudas sobre la eficacia del método empleado para sacar del agujero al primer país del euro en ser rescatado.
GARA | BRUSELAS
La revisión al alza publicada ayer por la oficina de estadística europea, Eurostat, ha dado alas a las tensiones en los mercados de deuda, que llevan semanas dando por descontado que Grecia no podrá cumplir sus compromisos de pago y deberá afrontar una reestructuración de su deuda, pese al programa de asistencia financiera de 110.000 millones de euros concedido hace casi un año.
Asimismo, la revisión de Eurostat añade dificultades al Gobierno heleno para cumplir su objetivo de reducir el déficit al 7,4 % este año y de situarlo en el 1 % en 2015, mediante un nuevo paquete de medidas anunciadas el pasado día 15.
Preocupa el elevado volumen de la deuda griega respecto a su producto interior bruto (PIB) pero también la atonía de su economía, cuyo dinamismo es indispensable para incrementar los ingresos de las arcas públicas, y que será complicado recuperar en un contexto de recortes tan pronunciados.
En cualquier caso, la Comisión Europea salió ayer al paso de las críticas sobre la dureza de los ajustes, al asegurar que «el programa griego es equilibrado en el sentido de que no sólo hay medidas de consolidación fiscal sino también reformas estructurales que pretenden mejorar la pérdida de competitividad crónica» de la economía.
El Gobierno griego salió al paso de la revisión al alza de su déficit público y la atribuyó a la recesión económica que sufre el país, aunque reconoció también que el Estado no logró sus objetivos de recorte de gastos y aumento de ingresos.
El Ejecutivo atribuye el déficit del 10,5% -frente a unas previsiones del 9,4%- al descenso de la recaudación por impuestos y al deterioro de las finanzas de las Administraciones locales, los hospitales públicos y las arcas de la seguridad social.
Con todo, Grecia recuerda que ha sido capaz de reducir su déficit en casi cinco puntos desde 2009, el mayor descenso entre todos los países de la Eurozona.
Portugal e Irlanda
Por otro lado, el Eustat situó el déficit de Portugal en el 9,1% durante el ejercicio de 2010, lo que seguramente afectará a la negociación del programa de rescate de la UE y el FMI que está siendo actualmente negociado en la capital, Lisboa.
En cuanto a Irlanda, la segunda víctima de la crisis en la zona euro, el déficit del país se multiplicó por dos hasta el 32,4% debido a la factura del rescate de su sector bancario, mientras que la deuda subió desde el 65,6 del PIB hasta el 96,2%.
Fuera de los países que han tenido que ser rescatados por sus socios, el déficit público se ha reducido tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea respecto al ejercicio anterior, mientras que la deuda pública ha aumentado.
Veintiún países redujeron el déficit, aunque sólo Luxemburgo (1,7%), Finlandia (2,5%), Dinamarca (2,7%), Estonia (0,1%) y Suecia (equilibrio) registraron un déficit inferior al límite del 3% permitido por las normas fiscales europeas.
Por otro lado, catorce estados miembros registraron una proporción de deuda superior al 60% de su PIB (Grecia, Italia, Bélgica, Irlanda, Portugal, Alemania, Francia, Hungría, Reino Unido, Austria, Malta, Holanda, Chipre y España, por orden descendente).
En el caso español, el déficit se redujo al 9,2% del PIB, mientras que la deuda subió hasta el 60,1%, según datos que confirman la información adelantada por el Gobierno español y que colocan a este Estado como el tercer miembro de la zona euro con más déficit, por detrás de Irlanda y Grecia, aunque con una deuda inferior a la media, que es de un 85,1 %.
Eurostat situó a Gran Bretaña como el tercer país de la UE con mayor déficit, con un 10,4% del PIB (y una deuda del 80 %), y expresó una reserva sobre la veracidad de los datos, al considerar que los gastos militares y la factura de la crisis bancaria podrían modificarlos.
El Gobierno griego atribuye el alza de su déficit a la recesión económica, aunque reconoce que no ha logrado sus objetivos de recorte de gastos y aumento de ingresos.
La presión de los mercados sobre la deuda portuguesa sigue sin dar un respiro al país, muy especialmente en su línea de títulos a dos años, cuya tasa de interés se ha disparado un 66% sólo en el último mes.
La progresión de la deuda lusa a dos años se ha desbocado desde que su primer ministro, José Sócrates, presentara su dimisión, y continúa sin freno pese a la decisión de Portugal de recurrir a la ayuda externa como hicieran Grecia e Irlanda.
La evolución de los intereses que penalizan estos títulos se ha acelerado en los últimos 30 días, y mientras que el pasado 25 de marzo se situaban en el 6,86% hoy ya superan el 11,66%.
Este incremento contrasta con el crecimiento moderado registrado hasta marzo, ya que la deuda a dos años comenzó 2011 a una tasa de interés del 4,71% y subió tan sólo ocho décimas en dos meses.
Mientras, los títulos germanos -utilizados como referencia- con vencimiento a dos años cotizaban ayer en torno al 1,73%, lo que elevó el diferencial entre uno y otro hasta 973 puntos básicos.
El dato del déficit de portugal afectará seguramente a la negociación del programa de rescate de la UE y el FMI que está siendo actualmente negociado en Lisboa.