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PRIMERO DE MAYO

La mayoría sindical vasca exige la capacidad de decidir de Euskal Herria

Miles de personas discurrieron en manifestación por Bilbo atendiendo a la convocatoria de ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru para reclamar «la capacidad de decidir de Euskal Herria». Culparon a los gobiernos y a la élite económica de «la grave situación en la que se encuentra el mercado laboral» y denunciaron que la reforma de la negociación colectiva «busca debilitar la acción de los trabajadores».

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Juanjo BASTERRA | BILBO

La mayoría sindical vasca, formada por ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru, desfiló por la Gran Vía de Bilbo para recordar a gobiernos, empresarios y a la élite económica que tiene alternativas para impedir que la crisis siga incidiendo especialmente en los trabajadores y exigir «capacidad de decidir nuestras propias políticas laborales y sociales e instrumentos para aplicar estas decisiones».

Belén Arrondo (STEE-EILAS), Ainhoa Etxaide (LAB), Adolfo Muñoz, Txiki, (ELA), Patxi Agirre (Hiru) e Iñaki Lazarobazter (EHNE) reclamaron al unísono en el Primero de Mayo conjunto desde 2004 «el Marco Vasco de Relaciones laborales y de Protección Social. No es sólo un derecho, sino una necesidad inaplazable para la clase traba- jadora de Euskal Herria».

Alrededor de 15.000 personas, según los organizadores, se movilizaron desde la Plaza Sagrado Corazón hasta el final del puente que conduce al Ayuntamiento de Bilbo. Terminado el acto con el canto de «Internazionala» y «Eusko Gudariak» y de gritos a favor de la clase trabajadora vasca, que «está siendo un ejemplo de lucha desde que se inició la crisis económica», como explicó Patxi Agirre, presidente de Hiru, todavía seguían llegando personas con pancartas que visualizaron los conflictos pendientes de resolución en este momento.

Belén Arrondo, portavoz de STEE-EILAS, indicó ante el día histórico para la clase trabajadora que «no faltan razones para la lucha» y demandó «que nos dejen a los trabajadores decidir en Euskal Herria, porque tenemos alternativas ante tanto atropello que sufrimos».

«Las peores políticas»

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, encendió los ánimos de los asistentes con un «Gora Maiatzaren Lehena!» y recordó que «la unidad de acción de los sindicatos vascos comprometidos con el apoyo a la clase trabajadora es válida y está sirviendo de punto de confrontación con quienes llevan adelante políticas sociales y económicas contra los trabajadores, pero a favor del capital, de los banqueros y de la élite empresarial».

A su juicio, lo que está sucediendo es «consecuencia directa de llevar adelante las peores políticas que se pueden desarrollar en estos momentos. Si de lo que se trata es de bajar las cifras del paro, no se deberían hacer reformas para obligarnos a trabajar más por menos dinero, ni tampoco subir los precios para reducir los salarios, porque es la terapia perfecta para destruir empleo, sobre todo entre las mujeres y los jóvenes».

Al mismo tiempo criticó que con cifras récord de paro, con recortes sociales y laborales de gran calado «se permita el fraude fiscal» y, a la vez, «se les reduzca el pago de impuestos a quienes más riqueza acaparan».

Etxaide remarcó que la mayoría sindical ha señalado que la alternativa a esta degradación se encuentra en «avanzar hacia otro modelo económico y social. Esa posibilidad es tan real que la única forma de impedir que avancemos en esa dirección es consolidando un modelo político cada vez más antidemocrático». Ante lo que destacó que «no pedimos que nos solucionen los problemas los gobiernos, sino que no se impida a los trabajadores construir una alternativa basada en el reparto de la riqueza y el trabajo, que es lo más básico que hay». Porque, según finalizó, «tenemos voluntad real de disputar el poder al capital. Ya vale de saquear a los trabajadores».

Apoyo a Bildu

Según la líder de LAB, «en Euskal Herria existe una gran mayoría social que ha demandado que se respeten nuestras decisiones», por lo que denunció, como hizo Adolfo Muñoz momentos después en su intervención «que si el Tribunal Supremo no permite concurrir a las elecciones en igualdad, será porque no hay democracia».

Adolfo Muñoz cerró las intervenciones antes de comenzar la marcha por la Gran Vía. Al hilo de la actualidad, exigió que «se respeten todos los derechos democráticos, para que todas las opciones, en este caso de Bildu, estén presentes en las próximas elecciones municipales y forales». Responsabilizó al Gobierno del PSOE «en caso de que no se permita su presencia en los comicios electorales, porque instó y aceptó los códigos que marca la extrema derecha», decisión que tachó de «muy grave».

Tras esa introducción, el líder de ELA dijo que necesitaría «siete horas de discurso, como los de Fidel Castro», para explicar lo que está ocurriendo en el mundo económico y laboral. El ex secretario general de ELA, José Elorrieta, apuntó que Txiki Muñoz nació justo el año del triunfo de la Revolución cubana -«algo se le ha pegado»- y destacó el discurso realizado por el secretario general de ELA.

Durante su intervención, Muñoz culpó a los gobiernos de la crisis económica, porque todos los pasos que están dando «van en contra del empleo y de la solidaridad» y precisó que «no hay que creer a los gobiernos porque mienten». El líder de ELA afirmó que «la crisis no es sólo económica, sino también política y democrática», de lo que «se aprovecha la patronal», según denunció. Tachó de «irresponsables» a los políticos, puesto que «adoptan decisiones al dictado del capital. Están en nómina del gran capital y el poder financiero. La clase política ha aceptado su subordinación al capital, la banca y la gran empresa». La consecuencia directa es que «ha avanzado la precariedad; se está produciendo una descapitalización social y se ha apostado por la privatización». Todo ello conduce a «un empobrecimiento de la población».

Añadió que «quieren culpar del déficit al gasto social, algo que es inaudito. Son unos sinvergüenzas. El déficit público tiene que ver con las ayudas a las empresas, a la banca, con la descapitalización social y la apuesta por infraestructuras no necesarias como el TAV», precisó. Txiki Muñoz culpó a las diversas administraciones públicas de «no hacer nada ante los abusos contra los trabajadores en la obra pública» y dijo que «sólo se les va a frenar con el poder sindical».

Pidió un aplauso para «la militancia sindical», momento en el que reconoció que llegan «tiempos duros» debido a que CCOO y UGT, la patronal y el Gobierno español «quieren debilitar la acción colectiva de los trabajadores, llevándola a Madrid».

Asviamie

Miembros de la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) se concentraron ante la sede antigua del BBVA. Durante el paso de las diferentes manifestaciones tuvieron el aplauso de los manifestantes en apoyo a su labor.

SIETE HORAS DE DISCURSO

Txiki Muñoz cerró las intervenciones. Dijo que necesitaría siete horas de discurso, «como Fidel Castro», aunque se quedó en menos. José Elorrieta, ex líder de ELA, apuntó que Muñoz nació el año de la Revolución Cubana y «algo se le ha pegado».

Desde el «empleo de calidad» hasta una política fiscal «justa y progresiva»

La mayoría sindical vasca recordó en Bilbo que las alternativas que plantea para hacer frente a la crisis económica «tienen como elemento común el hecho de modificar el reparto de la riqueza, para que la clase trabajadora gane posiciones». De momento, sólo los empresarios y los banqueros, es decir el conjunto de la élite económica, están logrando beneficios de una crisis que ha llevado el paro y la precariedad laboral a cifras récord.

ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e Hiru proclaman que «hay que garantizar empleo estable y de calidad, y su acceso en igualdad de oportunidades para mujeres y hombres». Piden que se elimine el fraude en la contratación y se potencien los servicios públicos para «dar respuesta a las necesidades sociales». Para lo que es necesario -según la mayoría sindical vasca- modificar las políticas presupuestarias para impulsar el empleo a través del gasto social.

A este conjunto de medidas le sigue una política fiscal justa y progresiva, porque «las políticas presupuestarias se están centrando en reducir el déficit recortando el gasto social». De ahí que exijan «una política fiscal justa y progresiva» que pasa «por el aumento de la recaudación fiscal para permitir el aumento del gasto social», que permitan además «la aplicación de políticas de solidaridad».

Las cinco centrales sindicales entienden que se debe «volver atrás» en las rebajas de los impuestos a las rentas altas y de capital, a la vez que exigen inspecciones fiscales a las mismas. La potenciación del gasto social y del sector público será necesario, según propone la mayoría sindical, porque «el volumen de recursos destinados a protección social se encuentra muy alejado de la media europea». Porque, «es necesario poner por delante los intereses de las personas, en lugar de primar los beneficios de esa minoría que hace negocio con las necesidades sociales. El sector público no puede retirarse de la economía, sino que debe ser el motor de desarrollo económico y social»

Por lo que reclaman, por último, los instrumentos de ación política, económica y social en Hego Euskal Herria, lo que significa «capacidad de decidir» mediante un Marco Vasco de Relaciones Laborales . J. BASTERRA

BAIONA y DONIBANE

LAB llevó a cabo ayer dos movilizaciones en Ipar Euskal Herria. En Baiona denunció tanto la crisis económica como la crisis política internacional. En Donibane Garazi exigió el respeto a los derechos laborales ante el restaurante Arranbide.

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