UGT ha comunicado que no firmará el nuevo convenio de Iberdrola para 2011-2014, en el que se plantea que las subidas salariales estén vinculadas a los resultados de la eléctrica y no a la evolución del IPC, por considerar que no garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo.

Iberdrola alcanzó hace dos semanas un preacuerdo sobre el convenio con los sindicatos CCOO, SIE, Atype y USO, que suman el 58% de la representación laboral, y que no firmó UGT, con una representación del 28%.

UGT argumenta su rechazo porque el convenio «no garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios» y pide a Iberdrola «una modificación sustancial» del contenido del preacuerdo.

Pese a la oposición de este sindicato, la empresa podrá poner en marcha el nuevo convenio, que previsiblemente se firmará a principios de mayo y afecta a unos 9.000 trabajadores.

Iberdrola se convertirá así en la primera gran empresa del Estado español que liga la subida salarial a los objetivos de negocio y no al IPC.

La eléctrica plantea para los próximos cuatro años una subida fija anual de los salarios del 1%, que podrá aumentar hasta el 3,5 % si se cumplen determinados objetivos de negocio.

UGT explica que esta cláusula no garantiza el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios en una empresa con un beneficio de 2.800 millones de euros en 2010.

Por otro lado, añade UGT, la nueva fórmula se basa en el establecimiento de objetivos «definidos unilateralmente» por la empresa, sin que exista «ningún mecanismo de participación y control objetivo por parte de la representación de los trabajadores». UGT califica de error que Iberdrola firme un convenio colectivo sin tener en cuenta sus posicionamientos.