Blanco en Miami, azul en Oklahoma. La NBA es una jungla de márketing. Aunque no es una iniciativa novedosa, las miles de camisetas iguales que inundaron las gradas del American Airlanes Arena y del Oklahoma City Arena dieron como nunca ante las cámaras. Pero los resultados fueron diferentes.

Oklahoma City Thunder fue sorprendido en su propia cancha la madrugada del lunes por Memphis Grizzlies por 114-101. De esta forma, los Grizzlies le roban el factor cancha a los Thunder en las semifinales de la Conferencia Oeste. En la Conferencia Este, Miami Heat no dio opción a que ocurriese lo mismo y derrotó con claridad a Boston Celtics por 99-90.

El primer partido de semifinales del Este entre Miami y Boston rompió con la dinámica que arrastraban ambas franquicias en temporada regular. Boston había ganado las series por 3 victorias a 1 y parecía tener cogida la medida a los de Florida. Además, la superioridad en el juego interior de los Celtics se antojaba clave en un posible cruce de playoffs. Pero de nada le sirvió a Boston haber dominado a Miami en temporada regular o tener más y mejores pivots que los Heat.

Secar a Rondo

Erik Spoelstra, entrenador jefe de Miami, ganó el duelo entre estrategas, presionó defensivamente a Rajon Rondo y cortó de cuajo su anotación, sus asistencias y la fluidez que aporta al juego. Mike Bibby y Mario Chalmers secaron a Rondo desde el inicio del choque y ésto mermó de tal forma el juego de los Celtics que éstos apenas anotaron en el primer cuarto.

En el segundo cuarto, a falta de 9:26 para el descanso, la diferencia de Miami ya era de 12 tantos: 28-16. Distancia que creció tras una estúpida acción de Delonte West saldada con técnica para el base suplente de los Celtics. Miami llegaba al descanso con 15 puntos de diferencia, con Dwyane Wade disparado y con Spoelstra marcando el devenir del partido con una zona 2-3 que ahogó el empobrecido ataque estático de los de Boston.

El tercer cuarto siguió por los mismos derroteros. Miami controlaba su ventaja con comodidad, Bibby y Chalmers mantenían enjaulado a Rondo y el tan temido juego interior de Boston no llegaba. Sin Shaquille O'Neal, ninguno de los pivots verdes en cancha sacó partido de su superioridad. Miami, sin Eric Dampier ni Udonis Haslem, hizo todo lo posible porque apenas se notase su agujero en la pintura.

El partidó se afeó en exceso y Paul Pierce fue la principal víctima. Tras varios conatos de tangana, el alero de los Celtics fue expulsado a falta de 7 minutos para el final del encuentro. Con 87-74 arriba para Miami todo parecía decidido pero un triple de Ray Allen ponía el 90-82 a falta de 4:21.

Sin embargo, los Heat siguieron a lo suyo y tras varios robos seguidos de contra ataques, el primer punto de la eliminatoria se quedó en Miami gracias al 99-90 final.

Randolph, intratable

Si el juego interior de Boston no llegó al rescate, sí que fue la clave para que Memphis Grizzlies se llevase el primer punto de la eliminatoria contra Oklahoma City Thunder. Zach Randolph anotó 34 puntos, capturó 10 rebotes y robó tres balones mientras que Marc Gasol logró 20 puntos, 13 rebotes y 3 tapones para sellar la victoria de los Grizzlies por 114-101.

Lo cierto es que el duelo entre las estrellas de ambas franquicias fue equilibrado. Kevin Durant sumó 33 puntos y recogió 11 rebotes, pero la aportación de Randolph, sumada a la de Gasol, fue determinante.

Tras un primer cuarto sin grandes diferencias, la segunda unidad de Memphis fue la encargada de abrir la brecha definitiva cuando se llegaba a la mitad del segundo cuarto: 43-32. Lás máximas del partido llegaron con un triple de Randolph que dejaba el marcador en un 54-38. La llave, además de en el sólido juego interior de Memphis, estuvo en la defensa de los Grizzlies, que logró 18 robos de balón seguidos de 23 puntos, además de 17 rebotes ofensivos con 22 puntos en segundas oportunidades.

Oklahoma trató de reaccionar y llegó a ponerse a 3 pero Gasol y Shane Battier devolvieron las cosas a su sitio y en el último cuarto jamás peligró el 1-0 para Memphis Grizzlies, que ahora tienen el factor cancha a favor.