UGT y CCOO auguran avances relevantes en la negociación colectiva
Los sindicatos UGT y CCOO y la patronal CEOE continúan limando asperezas en torno a la negociación colectiva. Los máximos responsables de ambas centrales confían en que haya avances relevantes esta semana, aunque la firma del acuerdo tendrá aún que esperar.
GARA | MADRID
Los máximos dirigentes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, mostraron ayer su confianza en que esta semana se produzcan avances significativos en la negociación colectiva, si bien descartaron que en los próximos días se proceda a la firma de un acuerdo con los representantes empresariales, tal y como reclamaba el Gobierno español.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, instó en su día a las partes a sellar su acuerdo «a primeros de mayo», advirtiendo que de lo contrario el Ejecutivo podría optar por legislar de manera unilateral. Fernández Toxo recordó que el Gobierno Zapatero no se sienta en esa mesa de negociación, por lo que le reclamó que «tenga un poco menos de ansiedad».
La víspera, en la celebración del Primero de Mayo, el secretario general de CCOO rechazó que un acuerdo en este ámbito vaya a solucionar el desempleo. «Puede rendir réditos muy importantes a la economía española y a las empresas y trabajadores, pero no va a resolver problemas que tiene que resolver el crecimiento económico», apuntó.
Cándido Méndez, por su parte, consideró que la negociación colectiva «no funciona mal», aunque recordó que el 80% de los convenios estatales «son convenios de empresa».
Según la agencia Efe, entre los puntos en los que aún no hay acuerdo están «la flexibilidad interna como alternativa a la reducción de plantillas», «cómo se podría limitar la ultraactividad (el tiempo en que un convenio que ha expirado sigue vigente ante la falta de acuerdo para renovarlo)» y «los descuelgues empresariales, que permiten al patrono no aplicar algo que ha pactado en convenio».
Ambos sindicatos continúan recogiendo firmas para presentar en el Congreso de Madrid una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) contra una reforma laboral que no dudaron en tachar de «auténtica aberración jurídica».