Apenas minutos después de conocerse la noticia, cientos de neoyorquinos ya festejaban espontáneamente en Times Square el anuncio de la muerte del líder de Al-Qaeda en las pantallas que rodean la plaza, en el corazón de Nueva York. «¡U-S-A, U-S-A, U-S-A!», gritaba la gente en coro, mientras los paneles electrónicos daban detalles de la operación militar estadounidense que acabó con la vida del Bin Laden.

«Es un milagro», comentó luego en la explanada central de la plaza Monika King, de 22 años, que estaba en Nueva York cuando se produjeron los ataques del 11 de setiembre de 2001, que se saldaron con cerca de 3.000 muertos. «Los atentados cambiaron a Nueva York, pero diez años después nosotros hemos dicho la última palabra», señaló.

El tejano Gary Talafuse, de 32 años, dijo que los estadounidenses sentían «mucho orgullo nacional». «Puede que esto no cambie mucho en la estrategia de Al-Qaeda, pero tras los miles de millones de dólares invertidos, es una gran pérdida para ellos y compensa en parte nuestros esfuerzos», aseguró a AFP.

«Ahora podemos ver el final del túnel, hay luz. Nunca imaginé poder ver esto, pensé que se escaparía», reconocía una de las personas reunidas en Times Square al canal local NY1, que también recogió las palabras de algunas personas que se mostraron algo más escépticas, informó Efe. Así, otro de los congregados allí aseguró no ser «un ingenuo. El terrorismo internacional continuará y va llevar mucho tiempo librar esta batalla, pero la muerte de Bin Laden es un paso más para encontrar una solución». También hubo quien señaló que «ahora empieza a haber cierto alivio para los familiares» de las víctimas del 11-S.

Algunos jóvenes, que entonces eran unos niños, contemplaban el entusiasmo con más distancia.

«Un hito»

«La muerte de Osama bin Laden es un hito para los amigos y familiares de aquellos que murieron el 11-S, y para todos aquellos que siguieron tenazmente empeñados en proteger a EEUU de otro atentado», comentó en un comunicado el jefe de Policía de Nueva York, Raymond Kelly.

Pasada la medianoche, el fervor popular en Times Square alcanzó su paroxismo cuando llegó un camión de bomberos y estacionó entre la gente. La muchedumbre cantó a coro el himno nacional estadounidense.

«Diez años después, lo logramos», comentó a AFP Patrice McLead, capitán de bomberos, uno de los colectivos más afectados el 11-S. «Después de las pérdidas sufridas y de toda la tragedia, podemos por fin estar contentos», agregó. «Espero que sirva para poner un punto final para todos nosotros, incluyendo para aquellos que son musulmanes».

Algo más tarde, una multitud integrada principalmente por jóvenes se congregó en la Zona Cero, en el sur de Manhattan, donde se encontraban las Torres Gemelas destruidas por los ataques. «Estamos extasiados, esto es casi real», comentó Garret Lomauro, de 20 años. Su amigo Anthony Colonna agregó: «Nueve años, siete meses y 20 días: la paciencia es una virtud».

En Washington, una multitud se acercó con banderas a la Casa Blanca poco después de que Barack Obama, anunciara oficialmente la muerte de Bin Laden.

Entre carteles con la imagen de Bin Laden y la palabra «Dead» (Muerto), camisetas con la bandera de EEUU, miles de personas celebraron en distintos puntos del país una noticia que esperaban desde hace casi una década.

Fuera de EEUU, líderes de los países occidentales y organismos supraestatales como la UE e internacionales como la ONU se contagiaron del entusiasmo de Washington y expresaron su alegría por la muerte de Bin Laden.