Aranburu espera que el triunfo ante el Barcelona ayude a lograr un resultado positivo en Valencia
Dos lecciones para lograr el objetivo al final del curso
El sábado demostró que no cabe dar por perdido ningún partido y que la Real es más fuerte lejos de su área.
Joseba ITURRIA
La maravillosa victoria conseguida el sábado contra el Barcelona dejó dos lecciones importantes que los realistas deben aprender para certificar cuanto antes matemáticamente el objetivo de la permanencia. Demostró que no se puede dar por perdido ningún partido sin jugarlo y que esta Real es más fuerte cuanto más lejos está de su área.
Para muchos antes de comenzar la pasada jornada las opciones de la Real se limitaban a dos partidos, los del Zaragoza y Getafe en casa, y daban por inevitables las derrotas ante Barcelona y en los campos de Valencia y Sevilla. Por suerte, los jugadores -¿cuál sería la situación ahora sin esos tres puntos con los que pocos contaban?- creyeron en la victoria y, como el propio Aranburu destacaba ayer en Zubieta, «este partido nos debe valer para ver que somos capaces de hacer frente a cualquier equipo si hacemos las cosas bien».
Porque el instinto de supervivencia de los equipos que están en la lucha por el descenso provoca que la necesidad se imponga a la lógica y a la calidad cuanto más cerca se está del final. Al término de la primera vuelta el Sporting era el primer equipo que se salvaba con 16 puntos. El promedio era de 32 al final de Liga y ahora por lo menos parecen necesarios 43, aunque todo va a depender de cómo acabe el Getafe y de las cosas raras que pueden darse en el final liguero.
En esa línea Aranburu comentaba que «quitando al Almería, nadie quiere rendirse y hay que seguir. Lo que nos ha enseñado el fin de semana es que nunca sabes dónde vas a encontrar los puntos y debemos ir a Valencia sabiendo que nos enfrentamos a un gran rival, pero que no podemos renunciar a los puntos».
Una jugada de referencia
Aranburu fue también protagonista el sábado en la jugada que condujo a la victoria. Fue el premio a un cambio de actitud que llevó al equipo a adelantar líneas y a demostrar que con jugadores como Markel, Aranburu o Zurutuza, capaces de presionar arriba y robar, basta un toque para hacer una ocasión. Así llegó la de Tamudo y la jugada en la que Aranburu corta con su intuición un mal envío forzado por la presión realista y deja con un solo toque a Zurutuza con ventaja para provocar el penalti.
Sobre esa acción y ese cambio de estrategia, el azpeitiarra destacaba que «el Barcelona arriesga bastante, siempre juega desde atrás con los centrales. Si les aprietas ahí desde el principio Anoeta se puede hacer enorme. Siempre no se puede, pero en la segunda parte fuimos a apretarles más arriba porque con el 0-1 no podíamos seguir atrás. En esa jugada no calibraron las consecuencias, en vez de lanzar un balón fuera o largo quisieron arriesgar y lo aprovechamos».
La Real debe presionar más adelante porque no es un equipo seguro cuando defiende retrasado y porque su fuerte es la línea de tres y cuanto más cerca de la portería estén mayor será su peligro. Además el público responde cuando el equipo va hacia adelante. El ambiente de Anoeta fue diferente en el primer tiempo y en el segundo, donde la grada agradeció y empujó a su equipo en el trabajo de presión con un gran ambiente incluso antes del empate.
El mejor ambiente en Anoeta
Aranburu, con 12 años en la Real, llegó a decir que el del sábado «seguramente habrá sido el partido donde mejor ambiente se ha vivido en Anoeta. Tener enfrente a ese rival y ser capaces de remontarle y aguantar el resultado creó un ambiente fantástico y jugadores y aficionados lo celebramos como se debe».
También celebraron mantener el récord de la imbatibilidad y, de paso, ayudaron a valorar lo que hizo el equipo campeón de la Real, que ni este Barcelona ha conseguido igualarlo. Por ello Aranburu recordaba que «el mérito es de aquel equipo que consiguió esa hazaña. Curiosamente esta semana podían haber empatado el récord y no lo consiguieron y es un detalle bonito ganar y cortar esa racha».
Para mantener la imbatibilidad, la Real agradeció el buen momento que atraviesa Aranburu, que deja en evidencia a aquellos que lo querían jubilar cuando a los 32 años físicamente es el titular que ha llegado con más chispa al final de temporada junto a Griezmann.
Diego Ifrán manifestaba ayer en Zubieta al término del entrenamiento que «esto no entraba dentro de mis sueños. Cuando uno era chico soñaba con jugar contra el Peñarol, era lo más grande que tenía en mente. Estar aquí en la liga española, marcar al Barcelona y ganar es inesperado». Sobre la jugada de su gol, comentó que «cuando iba en carrera vi que me salía Pinto y no me quedaba otra que levantarla porque estaba muy cerca. No tenía otra opción. Después de que la pelota entra fue una locura. No sabía qué hacer. En Uruguay siempre hacia la voltereta y fue lo primero que se me vino a la cabeza».
Tras el triunfo destaca que «el equipo sabía lo que se jugaba. Ganarle a un Barcelona era algo muy importante para todos y se demostró que el equipo puede. Se hizo un excelente partido, aprovechamos las ocasiones que tuvimos y logramos tres puntos que son extras. La clasificación está apretada, pero estamos tranquilos porque, si queremos, podemos. Quedan cuatro partidos y ganando uno más nos quedamos en Primera». Joseba ITURRIA
«Quitando al Almería, nadie quiere rendirse y lo que nos ha enseñado esto es que nunca sabes dónde vas a encontrar los puntos. Debemos ir a Valencia sabiendo que es un gran rival, pero sin renunciar a los puntos».
«El Barcelona arriesga bastante atrás. En la segunda parte fuimos a apretarles porque con el 0-1 no podíamos seguir igual. En esa jugada no calibraron los riesgos, quisieron arriesgar y lo aprovechamos».
El técnico hondarribiarra tuvo que aguantar en Iruñea una rueda de prensa durísima y afrontará el partido del sábado contra la Real en su momento más difícil. No le vale con tener al equipo tercero y llegar a cuartos en la Champions y parece seguro que no seguirá en Valencia.
La primera plantilla al completo, también Toño, Cadamuro e Illarramendi, participó con total normalidad en el entrenamiento de ayer en Zubieta, donde la Real se entrena hoy a las diez, mañana y pasado a puerta cerrada y el viernes a las diez en abierto antes de viajar a Valencia.
La Peña Goazen Erreala organiza un viaje para el partido de Valencia que saldrá el sábado a las seis de la mañana del hotel Xanti y volverá el domingo a las 11 de la mañana. El precio del viaje, autobús y hotel con desayuno, es de 65 euros y los interesados deben llamar al 667-030705.
