Derrota en Cornellá
Mal momento y peor partido
El Athletic da carpetazo a su buena racha como visitante con una pésima actuación que permite al Espanyol mantenerse vivo en la pelea continental. Los rojiblancos siguen dependiendo de sí mismos, pero caen hasta la séptima plaza de la clasificación.
ESPANYOL 2
ATHLETIC 1
Amaia U. LASAGABASTER
Puesto a vivir una noche para olvidar, el Athletic decidió no dejarse prácticamente nada. Pese a visitar a un equipo en evidente declive -el Espanyol llevaba más de mes y medio sin ganar-, cuajó una de sus peores actuaciones de los últimos tiempos, que ya es decir. Y esta vez no pudo disimularlo con una de esas hermosas flores que de vez en cuando se le aparecen, lo que acabó con su buena racha como visitante.
Eligió, además, el peor momento para la pifia: el partido que le ofrecía la oportunidad de descabalgar a uno de los cuatro protagonistas de la pelea continental o, lo que es lo mismo, dejar prácticamente asegurado su billete. Pese a la derrota, los rojiblancos siguen dependiendo de sí mismos, pero caen hasta la séptima plaza, ven reducida a sólo tres puntos su ventaja respecto al Espanyol -y con el golaverage particular igualado- e incluso miran con recelo el calendario que se les viene. Con tanto decidido por arriba, envites frente a Deportivo, Málaga o Racing como los que le esperan al Athletic, no parecen precisamente peritas en dulce.
En definitiva, que sólo faltó que alguien regresara lesionado. Sí había viajado tocado Fernando Llorente, lo que aumentó el número de novedades previstas, incluyendo una pequeña variación en el dibujo. El resultado fue un auténtico horror. Porque el Espanyol renunció al balón, pero la posesión de los bilbainos fue una simple cuestión numérica. Iraizoz se despeinó poquito -aunque protagonizó un par de intervenciones destacadas- y Kameni aún menos.
Sólo en los minutos previos al descanso se alivió el sopor. Primero, con el balón que pescaba Osvaldo en la enésima cantada de la defensa bilbaina para anotar el 1-0. Ocho minutos después, con la doble alegría por la falta directa con la que empataba Markel Susaeta, firmando su primer gol de la temporada. Y con el tiempo reglamentario rebasado, con el penalti de Iraizoz a Iván Alonso que Teixeira, por suerte, no vio.
Tampoco importó demasiado. Como no lo hizo el hecho de que Joaquín Caparrós decidiera echar mano de Llorente tras el descanso. La imagen del Athletic fue aún peor en la reanudación, en la que los periquitos tampoco rozaron la gloria futbolística, pero al menos apretaron lo suficiente para acabar la noche con una sonrisa. Tuvieron más presencia que ocasiones, pero la sentencia se veía llegar -incluso Caparrós sustituyó a Muniain por Ustaritz, con casi media hora por delante-. Y llegó. Restaba menos de un cuarto de hora, cuando Iván Alonso remató en el segundo palo un centro-chut de Osvaldo que el Athletic, esta vez, fue incapaz de remontar.