La patronal alavesa presenta una nueva propuesta de negociación colectiva con la «flexibilidad» como eje
GARA | GASTEIZ
La patronal alavesa, Empresarios Alaveses-SEA, presentó ayer un nuevo modelo de negociación colectiva basado en «la flexibilidad y reducción de costes», porque el actual, a su juicio, está «agotado». Según el secretario general del SEA, Juan Ugarte, su propuesta no busca poner en entredicho el papel de los sindicatos, sino cambiar el modelo y considerar la negociación colectiva como un instrumento más para la «gestión».
Argumentó que los agentes sociales deben asumir «cambios importantes en las reglas de juego» para el mantenimiento de la competitividad de las empresas y del empleo, y explicó que los despidos se pueden «relajar» si existe una mayor flexibilidad, porque «no puede ser más fácil despedir que modificar las condiciones de trabajo» de los empleados.
La propuesta que el SEA va a trasladar para la negociación colectiva en Araba en el Metal, la Madera y la Construcción tiene como uno de sus cinco pilares la flexibilidad para que el tiempo de trabajo se determine «en función de las necesidades productivas», ya que a su juicio las distribuciones de jornadas flexibles o las modificaciones de calendarios laborales no pueden suponer un incremento en los costes.
La propuesta contempla como otro de los puntos que los incrementos salariales «no pueden seguir vinculados a la evolución de los precios», es decir, al IPC, sino que deberían estar sujetos a las mismas «oscilaciones» que los beneficios o pérdidas de las empresas, «sin que dependan de indicadores externos y ajenos a la actividad».
La nueva negociación colectiva que propugna el SEA también deberá centrarse en «potenciar la polivalencia de los trabajadores», sin que se pongan «límites» a la movilidad funcional. Junto a estos planteamientos, la patronal considera imprescindible «aumentar el tiempo de trabajo» para mejorar la competitividad y plantar «batalla al absentismo».
Ugarte subrayó que la ubicación de los proyectos empresariales, su rentabilidad y su continuidad dependen de que se cumplan «las premisas previas y los márgenes de beneficio prestablecidos», destacando que no se puede mejorar la calidad de vida de los trabajadores de una empresa si ésta no es competitiva.