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Ecologistas alertan de que el PNV actúa contra el biotopo de Uribe Kosta Butroi

Colectivos ecologistas hicieron pública ayer una grave denuncia contra el actual diputado vizcaino de Medio Ambiente, Josu Madariaga, y el miembro del Bizkai Buru Batzar del PNV Unai Rementeria. Acusan a ambos altos cargos jeltzales de negociar con el PSE para que Lakua abandone la idea de declarar como biotopo protegido buena parte de los terrenos de los municipios de Barrika, Plentzia, Gorliz y Lemoiz, tal y como fue aprobado por diversas instituciones.

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Agustín GOIKOETXEA

Siete colectivos ecologistas llevan ya unos meses denunciando que el proceso emprendido para declarar biotopo protegido una buena parte de los terrenos de los términos municipales de Barrika, Plentzia, Gorliz y Lemoiz está paralizado. En abril, Astondopunta, Eguzki, Ekologistak Martxan, Lannius, Txipio Bai y Txirpial advirtieron de la «inactividad» de la Viceconsejería de Medio Ambiente de Lakua, bajo la dirección de Nieves Terán, ya que no había encargado a una empresa especializada la confección del Plan de Ordenación de Recursos Naturales de Uribe Kosta Butroi.

Ayer, estos organismos ecologistas y naturalistas informaron de que el 14 de enero, en el ayuntamiento de Barrika y a convocatoria del presidente de la Junta Municipal del PNV, se reunió a los propietarios de los terrenos que pueden verse afectados por la declaración de biotopo. Al encuentro, precisaron, acudieron el diputado foral de Medio Ambiente, Josu Madariaga, y Unai Rementeria, componente del BBB y parlamentario en Gasteiz.

«En dicha reunión -desvelaron-, el señor Madariaga comunicó a los propietarios que `estaban negociando con el Partido Socialista y creía posible llegar a acuerdos con éste para abandonar la idea del biotopo'; y el señor Rementeria dijo que `no se debía permitir la creación del biotopo y que si se llevaba a cabo iba a traer mucha pobreza a Barrika'». Para los denunciantes, estas declaraciones muestran «la falta de escrúpulos morales de estos dos políticos». Unai Rementeria, por cierto, opta a la reelección a alcalde de Mundaka y abre la plancha jeltzale por la circunscripción de Busturia-Uribe a las Juntas Generales.

Los ecologistas recuerdan que, desde octubre a diciembre de 2010, el PNV avaló con sus votos el «apoyo unánime» de los plenos municipales de Plentzia, Gorliz y Lemoiz, y de la Cámara foral, a la propuesta de declaración de biotopo protegido, que se elevó al Gobierno de Lakua. Censuran que ambos altos cargos defendiesen públicamente tal proyecto y, en otros foros, apuesten por lo contrario.

Ante esta información, preocupante en su opinión, los colectivos ecologistas y naturalistas vizcainos emplazaron ayer al PSE a que «niegue públicamente que se esté llevando a cabo cualquier tipo de negociación cuyo precio político sea la no consecución del biotopo de Uribe Kosta Butroi». Ayer no se tuvo conocimiento de contestación alguna al requerimiento de explicaciones.

Respecto al papel del responsable foral de Medio Ambiente, dijeron que su «fariseísmo ambiental» no les ha pillado de sorpresa, ya que en el Congreso de Medio Ambiente (CONAMA) celebrado en Madrid, en noviembre pasado, «afirmó que no le habían gustado las conclusiones del dictamen» de la UPV-EHU. Lo curioso es que los trabajos, según indicaron, ni estaban finalizados por parte de los doctores universitarios encargados de los mismos «ni mucho menos sus conclusiones».

El ejemplo de las «maniobras» con unos terrenos en Sopela

La denuncia hecha pública ayer por los ecologistas respecto a las maniobras jeltzales para dar al traste con el proyecto de declaración del biotopo de Uribe Kosta Butroi se producen después de que representantes de ese mismo partido en Sopela apoyasen, tras llegar a un consenso con PP y PSE, una operación urbanística que, en primera instancia, había sido desestimada por el Pleno municipal.

Tras dos votaciones y gracias al voto de calidad del alcalde, el jeltzale Imanol Garai, el Pleno del Ayuntamiento de Sopela refrendó el 24 de febrero el plan que permitirá la construcción de 15 chalés cerca de la costa, en los terrenos comprendidos entre el camping y Sopelmar.

PNV, PSE y PP lograron así «corregir» otro acuerdo anterior por el que los votos de la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Berdeak rechazaron el proyecto inmobiliario. Y fue posible ya que la izquierda abertzale tenía un voto menos debido a que la Audiencia Nacional española no había permitido la sustitución de un concejal.

El pacto entre el equipo de Garai y los promotores se cumplió en su primera parte: el PNV consiguió el apoyo del PSE para con el PP impulsar la operación. Lo curioso es que el PSE no aportó ningún argumento para justificar su cambio de posición; de hecho, se mantuvo en silencio durante toda la sesión. La segunda parte del acuerdo fue que los promotores de la edificación de los 15 chalés, a escasos 500 metros de la zona que Lakua dice aún querer declarar biotopo protegido, acudieran al TSJPV para retirar el recurso contencioso-administrativo presentado contra el acuerdo plenario de julio de 2010. A.G.

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