Es bastante fácil solventar ahora la desaparición de la parrilla de La Sexta de «Sé lo que hicisteis», con un «se veía venir» porque analizando la evolución de las audiencias y los síntomas de cansancio demostrado por el formato, la poca reacción que supuso los recambios de decorados y secciones, al igual que la de los sustitutos tras la marcha de Ángel Martín, se trataba de una opción casi de imagen ya que fue uno de los programas que despuntó casi al inaugurarse la cadena y que ha servido como una referencia, como una manera de hacer televisión.

Cuando celebraron hace poco los mil programas, se notó poco entusiasmo. Llegaron a la marca, pero muy justitos de recursos. El desgaste de la fórmula les ha venido desde fuera, con la prohibición de mostrar imágenes de otras cadenas, como desde las propias transiciones internas, los reajustes, las fugas de colaboradoras y las sustituciones que no lograron ni igual el efecto y la incidencia de las fugadas. Tampoco hay que olvidar la competencia, directa, cuerpo a cuerpo, segundo a segundo, con «Tonterías las justas» en la Cuatro con Florentino Fernández, Flo, que es precisamente alguien que comenzó en la aventura de La Sexta, pero que además formó parte activa con Patricia Conde y Miki Nadal, en un programa de características muy parecidas que encabezaba Javier Capitán en las tardes-noches.

De todo ello se colige que existe una franja de espectadores que desean este tipo de humor, de esta relación con los famosos, lo que es necesario es encontrar el horario adecuado y el tono preciso. A primeras horas de la tarde parece que las audiencias se dejan llevar más por los culebrones y el modelo «Sálvame», a excepción de ese lugar aislado que son los documentales de La 2. Pero los jóvenes se encuentran huérfanos de algo cafre y divertido y es ahí donde en Cuatro han encontrado las claves que conforme se asentaba, descentraba a los de La Sexta. Pero hay otro tiempo, y es posible que les den una prórroga para el equipo de guionistas y conductores del «SLQH» para un nuevo proyecto. Quizás parar, no remendarlo y buscar algo nuevo, sea una buena decisión. Tienen un verano por delante para hacer pruebas.