D urante el último año Gasteiz ha sido reconocida por la UE con el título de Capital Verde Europea 2012. Sin embargo, lejos del verde de los parques, el Consistorio de la capital alavesa ha puesto sobre la mesa distintos proyectos urbanísticos sustentados en el hormigón, el cemento y el ladrillo de las grandes infraestructuras que afloran en distintos puntos de la ciudad.

Unas construcciones entre las que destaca el futuro BAI Center de Lakua, que ha dividido a la corporación municipal y que ha servido para diferenciar los discursos durante la campaña electoral. Las posturas en torno al polémico centro, en el que se ubicará el cuarto auditorio de Hego Euskal Herria, se dividen en tres bloques diferenciados.

Por un lado se encuentra el PSE, principal valedor y defensor del proyecto. Para el actual alcalde y candidato a la reelección, Patxi Lazcoz, la construcción de esta macroestructura traerá consigo una nueva fuente de riqueza a la ciudad. Es más, desde el gabinete del primer edil se indica a GARA que la edificación del complejo, en el que se incluyen galerías para exposiciones y muestras, dará trabajo a 2.643 personas.

No obstante, para fuerzas tan distintas como Bildu, Aralar, EB y PP, el futuro BAI Center, con un coste 157 millones de euros, supondrá hipotecar las reservas de la sociedad pública XXI Zabalgunea, encargada de gestionar las obras que se acometen en Gasteiz.

En declaraciones a GARA, el candidato de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, explica que su formación se opone al proyecto del BAI Center porque la coalición no comparte «ni el modelo cultural ni el modelo económico» con el que se ha planteado la obra. Además, anuncia que pedirá la paralización del proyecto al inicio de la legislatura.

En la misma línea se pronuncian el portavoz de EB, José Navas, y el candidato de Aralar, Andrés Landa, que rechazan la construcción del centro al comprender que el gasto es inasumible para la ciudad. El propio Navas reconoce que, en el caso de materializarse el proyecto, el Ayuntamiento de Gasteiz terminará convertido «en el pagafantas» del auditorio.

Por su parte, Landa destaca que Aralar tratará de paralizar el BAI Center, porque este representa una oferta cultural «elitista». Asimismo, el candidato advierte de la falta de consenso social existente en torno a la construcción de un auditorio que «duplica» la oferta existente en otras ciudades cercanas, como es el caso de Bilbo e Iruñea.

Del mismo modo, el portavoz municipal del PP, Javier Maroto, subraya que el BAI Center «no es una prioridad para la ciudad en estos momentos».

En el medio de las dos posturas se ubica el PNV, principal socio del PSE durante la legislatura que concluye. En palabras de su candidato, Gorka Urtaran, los jeltzales sólo defenderán la construcción del complejo en el caso de haber una financiación externa, que libere a las arcas municipales de la inversión. Además, Urtaran afirma que su apoyo al proyecto estará ligado a la «flexibilidad» en los plazos de ejecución y en el contenido del complejo.

Soterramiento del TAV

Junto a BAI Center, el soterramiento del TAV a su paso por la ciudad es la principal obra que afronta Gasteiz. Un proyecto multimillonario que separa a la clase política entre los que aceptan la ubicación prevista por el Gobierno local, junto al parque de Arriaga, y los que prefieren construir la futura intermodal en el mismo lugar donde se erige la actual estación, al final de la calle Dato.

Sin embargo, pese a las dicrepancias una idea une todos los discursos sobre el soterramiento, antes de comenzar con la obra es necesario garantizar la implicación de todas las instituciones en la financiación del trazado, tanto vascas como españolas.

En relación a la intermodal, cabe destacar que durante la redacción de este reportaje el Ayuntamiento de Gasteiz ha anunciado la adjudicación de la Estación de Autobuses de la ciudad. Se trata de una nueva infraestructura aprobada tras una larga polémica suscitada por la afección que provocará al parque de Arriaga.