La nueva normativa comunitaria sobre telecomunicaciones, que entrará en vigor el próximo miércoles, limitará a dos años los contratos iniciales de telefonía móvil y permitirá a los usuarios cambiar de operador en sólo un día manteniendo el mismo número. Obligarán a las compañías a ofrecer contratos de doce meses, con el fin de que los clientes puedan cambiar de operador.