Los responsables de la oposición al nuevo Consejo General de Pau, Jean-Jacques Lasserre (MoDEM) y Max Brisson (UMP), indicaron ayer en Baiona que pedirán al nuevo presidente, Georges Labazée (PS), que vuelva a considerar el acuerdo aprobado el mes pasado sobre la financiación del tramo del Tours-Burdeos del TAV.

Los dos consejeros consideran que tienen un «deber de vigilancia» respecto al destino y utilización de los fondos del Departamento e insisten en la «ausencia de garantías» respecto a la realización de otros proyectos «prometidos pero cuyo compromiso para realizados no está formalizado», como es, por ejemplo, la gratuidad en la circunvalación de Donibane Lohizune para los residentes.

Lasserre y Brisson reiteran que, tal como manifestaron hace unas semanas, el presidente Labazée «se ha precipitado» al aprobar la partida de 79 millones de euros reclamada al Consejo de Pau. «Acaba de estar en París con el ministro de Transportes pero no ha traído ninguna garantía sobre las contrapartidas prometidas», recordaron.

Los consejeros de la oposición creen que Labazée «ha perdido todas las cartas en su mano» y que «la estrategia de exigencia se ha tornado en estrategia de debilidad».

Se pide más a Pau

Compararon la posición del presidente de Pirineos Atlánticos con la que han mantenido su homóloga del Consejo Regional de Poitou-Charentes, Segolène Royale, que se ha negado a aportar la parte que se le exigía y con la del Consejo de Midi-Pyré- nées, Martin Malvy, que ha condicionado la suya al comienzo de la obra del tramo Burdeos-Toulouse.

Recordaron, asimismo, que la cantidad que se ha exigido al Consejo General de Pau es, en relación con otros departamentos, «mucho más elevada» en relación con el número de habitantes y la cercanía a Burdeos, término del tramo para cuya construcción se piden fondos.