Fernández Ordóñez exige que «se eliminen todos los obstáculos» para contratar
La fórmula para reducir la tasa de paro en el Estado español, que llega al 21,3%, se encuentra en no tener trabas para contratar, lo que significa que tampoco las habría para despedir. Así se expresó ayer el gobernador del Banco de España , Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Auguró que ese mecanismo de flexibilidad casi absoluta sería «un éxito», dado que permitiría ofrecer empleos y tendrían que ser los afectados los que los eligieran o no.
Juanjo BASTERRA |
El gobernador del Banco de España (BDE), Miguel Ángel Fernández Ordóñez, exigió ayer en el marco de la asamblea anual de socios y encuentro empresarial del Instituto de Empresa Familiar (IEF) que los empresarios tengan manos libres para contratar sin obstáculos, a la vez pidió al Gobierno español que lleve adelante las reformas necesarias para poner la economía al servicio del mercado a fin de generar un tipo de empleo que permita reducir las altas tasas de paro que, a su juicio, son las que «están desestabilizando la visión que tienen en en el resto del mundo de la economía española».
Fernández Ordóñez se convirtió ayer en el valedor de los empresarios. Dijo que el mayor problema se encuentra en «las dificultades que ofrece nuestro marco legal e institucional a la creación de empleo y que provoca que, incluso en los mejores tiempos, España se sitúe entre los países con las tasas de paro más altas del mundo».
Para el gobernador del Banco de España, las razones del elevado desempleo «se atribuyen» a factores estructurales como un menor nivel de educación o de productividad, o a factores coyunturales como la burbuja inmobiliaria, pero añadió que «si nos comparamos con otros países, lo que nos diferencia es un marco legal e institucional que dificulta seriamente la oferta de puestos de trabajo».
«Inexcusable»
Dijo que las reformas estructurales orientadas a «aumentar la oferta de puestos de trabajo son inexcusables» y avanzó que «es trascendental que se eliminen los obstáculos para ofrecer puestos de trabajo a jóvenes y a mayores, a todos. Con las instituciones adecuadas, no sólo los empresarios podrían ofrecer un mayor número de empleos que fueran rentables para sus empresas sino que, y esto es más importante, los trabajadores tendrían la opción de decidir si quieren aceptar o no estos puestos de trabajo. Porque el problema ahora es que, al no ofrecérseles trabajos, no tienen ni siquiera posibilidad de decidir».
Por ello, pidió responsabilidad a las grandes empresas y a las pymes para «introducir con la máxima diligencia todas las reformas organizativas y de adaptación en sus procedimientos de trabajo que permitan utilizar cuanto antes todos los cambios que se introduzcan en el marco legal e institucional destinados a facilitar la contratación de trabajadores».
Terminó su alocución en referencia al mercado laboral señalando que «estoy convencido que, de la misma forma que se acabó reconociendo la necesidad de la consolidación fiscal o de la reforma del sistema de pensiones, también se acabará reconociendo por todos la necesidad ineludible de cambiar nuestro marco legal».
Añadió que hay que llevar adelante otras reformas «por ejemplo la reducción de cargas administrativas, simplificar y coordinar la regulación económica o modificar las estructuras oligopolísticas, como recientemente ha aconsejado la Comisión de la Competencia para el caso de los productos petrolíferos».
El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, insistió ayer en que el Gobierno y los empresarios deben «perseverar» en hacer reformas estructurales para acelerar el cambio de modelo productivo.
Miguel Ángel Fernández Ordóñez reclamó una desregulación laboral, porque a su juicio «nuestro marco legal ofrece dificultades para la creación de empleo».
«Sin esos inconvenientes, los empresarios podrían ofrecer un mayor número de empleos que fueran rentables para sus empresas, y los trabajadores tendrían la opción de decidir si quieren aceptar o no».
La secretaria de Estado de Empleo española, Mari Luz Rodríguez, se mostró confiada en que patronal y sindicatos cierren el acuerdo sobre la negociación colectiva, e insistió en que «el desenlace tiene que producirse pronto» y añadió que «esta semana es una buena semana para lograrlo».
CCOO, UGT y la patronal dejaron el acuerdo para después de las elecciones. «Creo que vamos a tener un acuerdo y que lo vamos a tener pronto», señaló Mari Luz Rodríguez a Efe en París, donde participó en una reunión de ministros de Trabajo del G20. Señaló que esta semana «tendremos un hito», y aludió a las convocatorias de las principales organizaciones patronales, CEOE y Cepyme.
También justificó que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero haya querido esperar a un compromiso entre los interlocutores sociales por dos razones. La primera es que son ellos quienes mejor conocen el modelo, y la segunda es «una razón de eficacia», ya que la mejor forma de que un nuevo sistema sea eficiente y funcione desde el principio es que haya sido consensuado por las partes implicadas, argumentó.
No obstante, la secretaria de Estado reiteró que «si no hay acuerdo, el Gobierno está decidido a intervenir e intervendrá». Fuentes sindicales han reconocido a GARA que el acuerdo «está prácticamente cerrado», lo que ocurre es que «los empresarios están apretando» para obtener «mayores ventajas». La realidad es que la negociación colectiva se centralizará en Madrid y, al final, los empresarios han conseguido un plazo para acordar los convenios. GARA