Raimundo fitero
Método
Tras una noche electoral como la vivida, lo importante resulta el método. Cómo gestionar emociones, resultados, declaraciones, futuribles, probabilidades y aritméticas objetivas, subjetivas y astrales. Los rituales audiovisuales han variado. O mejor dicho, siendo lo mismo, han intentado parecer otra cosa. O mejor aún, como casi todo depende del color del cristal con que se mira, las encuestas a pie de urna sirvieron como aperitivo de una comilona con cuatro platos dobles que se fueron sirviendo a un ritmo adecuado, desde los platos fríos, con productos sin manipular, crudos, con esas montañas de los tibios encadenados hasta llegar a unos platos fuertes que acabaron en unos postres de todos los tipos, colores y sabores. Es decir un crescendo de suspiros, exclamaciones de sorpresa, hasta llegar a una suerte de nirvana en la que se asume que se trataba de eso, de mostrar que el mapa político estaba trucado por las acciones políticas ejecutadas por los estamentos jurídicos politizados.
Los análisis del bote pronto, muy claros, hasta con reconocimiento de ser perdedores, con un azulón de prepotencia, cánticos muy violentos en Génova, y los que habiendo ganado, no sabían si habían perdido. Los analistas de guardia, se cuelgan de Bildu. Abren la boca con Cospedal. Se mesan los pelos con Extremadura. Se obnubilan con las capitales andaluzas. Cantan canciones tristes con lo de Barcelona. Y hacen cuentas con los resultados en Euskal Herria. Dan muchas ganas de gritarles, ¿y tú de quién eres?
El método consiste en arrimar el ascua a tu sardina. Puede que no te quemes, pero te impregnas de olor a chamusquina. Y en esas estamos. Al día siguiente, con las tablas de la ley D'Hont, los mandamientos aparecen escritos en renglones cambiados. Tu mira que yo cuento, sumo, resto y divido.
Hoy empiezan los cambios de cromos. Bañados o secos, la segunda fuerza política, seguirá siendo hostigada. A seguir trabajando. En la tele no saben ni contestan. O contestan sin preguntas. Una ducha, volverse a peinar, arreglarse el ojillo y a seguir seduciendo. Estaremos atentos a la pantalla. ¿A quién le toca la siguiente ronda? ¿Dónde está Paco López?