A la consejera de Educación de Lakua, Isabel Celáa, se le amontonan los conflictos. Cuando no son las haurreskolak son los comedores, cuando no son los comedores es Musikene, y a veces todo junto. Representantes del profesorado pertenecientes a los sindicatos STEE-EILAS, LAB y ELA protagonizaron ayer una sentada en la sede del Gobierno autonómico en Bilbo, hasta que fueron desalojados en volandas por la Ertzaintza.

Estas tres centrales, que obtuvieron cerca del 75% de los delegados en los comicios del pasado febrero, defienden una propuesta de cuatro puntos que reviertan la actual situación de «de recortes e imposiciones», basados en una política «regresiva y partidista».

El primer punto demanda la «convocatoria de la nueva mesa sectorial del profesorado funcionario, reconociendo la nueva representación tras las elecciones sindicales».

El segundo pide «abrir un proceso de renegociación del acuerdo laboral actualmente en vigor con un calendario detallado a tal efecto» y el tercero «suspender la normativa de cobertura de sustituciones y los recortes de plantilla y salariales de los diferentes sectores».

Dichos recortes fueron firmado el pasado verano entre Educación y los minoritarios CCOO -que en las posteriores elecciones se desplomó desde el primer puesto hasta el cuarto- y UGT, que actualmente ocupa el quinto lugar.

«Tres proyectos prioritarios»

La última de las reclamaciones demanda a Isabel Celáa el «replanteamiento de sus tres proyectos prioritarios «Educación para la paz», «Eskola 2.0» y el «Marco educativo trilingüe»», a fin de abrir «un proceso de discusión hacia el logro de consensos amplios donde se garantice la participación de los y las trabajadoras, centros y agentes sociales».

Xabier Irastorza (ELA), Iñaki Izagirre (STEE-EILAS) y Kari Bazigalupe (LAB) fueron los encargados de trasladar a los medios la postura de los sindicatos durante la protesta de Bilbo.

Explicaron que hasta ahora el Departamento de Educación «ha hecho caso omiso a nuestras exigencias», e incluso «su política va incrementando los recortes y la agresividad, como las adjudicaciones de cara al curso que viene, bajo un calendario totalmente insostenible. Miles de profesores van a estar todo el mes de agosto bailando, y hasta el último día de agosto no van a saber qué plaza les va a corresponder».

Insistieron en que desde el pasado febrero, y a pesar de las elecciones, Celaá no ha dado muestras de querer modificar sus posiciones, por lo que no descartan ninguna acción para hacer oír sus reclamaciones, incluída la opción de una huelga.