El Ibex logró reducir a la mínima expresión la influencia del aluvión de malas noticias de la jornada. Al cierre, tan sólo cedió un 0,14%, hasta los 10.203,20 puntos. Los balances de París (-0,30%) y Fráncfort (-0,79%) fueron peores, pero no así en Londres, donde el FTSE 100 sumó un 0,18%. Los inversores se vieron atrapados por una red de desconfianza en torno al futuro de la deuda griega, sobre todo tras la posible negativa del FMI de cubrir su parte de la ayuda de junio ante el incumplimiento del pacto por parte del gobierno de Atenas. Esta noticia vino a complicar más la situación, dado que Estados Unidos ya había anunciado un crecimiento en el primer trimestre inferior al esperado. El PIB aumentó hasta marzo un 1,8%, frente al 2,2% estimado por los expertos. Tampoco fueron satisfactorios el dato de gastos de consumo y las peticiones semanales de subsidio de desempleo, que subieron hasta 424.000 cuando se esperaba un descenso. Por tanto, un día de resistencia más en el Ibex, que deberá afrontar todavía los embates venideros de la crisis griega y las persistentes dudas sobre la solvencia financiera del Estado español. En el Ibex, la parte alta de la tabla estuvo ocupada por Bankinter (+3,63%), Por detrás Sacyr, Gas Natural, Telecinco y Acciona, que subieron más de un 1%. Dentro de los pesos pesados, Telefónica (-0,66%) y Santander (-0,60%) cerraron a la baja, mientras que Repsol, Iberdrola y BBVA lograban ligeras ganancias. Amadeus (-2,52%) fue el más castigado. En París, Technip (+3,16%) lideró los avances. Peugeot (-1,51%) registró la mayor caída.