Tensión y emoción desbordantes en «Senna», un documental más grande que la vida misma
Hay que ser un genio del montaje como Asif Kapadia para hacer un documental con imágenes de archivo que supera en dramatismo a cualquier película de ficción, sin desviarse del homenaje a Ayrton Senna.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
«Senna» lo tiene todo. Hay, como era de esperar, acción a mil revoluciones en los circuitos de Fórmula 1. Pero es que, además, profundiza en la religión, la política y la economía mundial. Una figura universal como la de Ayrton Senna da para eso y mucho más, porque su trágico final en el Gran Premio de San Marino imprime a la película un tono dramático asociado al riesgo, que está omnipresente durante toda la proyección. La tensión acumulada es tal que el espectador ha de romper a llorar al final, con tal de liberar esa carga emocional.
El gran desafío de Asif Kapadia ha sido hacer una película sobre automovilismo capaz de apasionar a los que no son aficionados al deporte de las cuatro ruedas. Tabajando única y exclusivamente con materiales de archivo, reúne imágenes imborrables, que constituyen a través de un montaje magistral una narración dramática de primer orden.
Se analiza a la persona y también al mito, en cuanto que Ayrton Senna fue un símbolo para el desarrollismo brasileño. En su país era un hijo de familia de clase alta, pero dentro de la correlación de fuerzas internacional eso poco contaba, así que los brasileños le apoyaron todos a una cuando fue víctima de los intereses que rigen un negocio millonario como el de la Fórmula 1, representativo del poderío de la industria del motor.
Duelo de gigantes.
La mayor parte del documental está dedicada al legendario duelo que mantuvieron en la pista los pilotos Ayrton Senna y Alain Prost. Queda la sensación de que no hubo vencedor, de que el brasileño conquistó la inmortalidad y el francés supo dar un ejemplo, dentro de la encarnizada competitividad, de reconocimiento para su teórico enemigo. Fueron los últimos duelistas de la conducción pura, cuando todavía la máquina no había vencido al elemento humano. Hoy en día, en cambio, es la marca la que gana los campeonatos. También influye la mayor seguridad, ya que los pilotos no se juegan la vida como antes. Después de la muerte de Senna en el circuito de Imola ya no ha habido ninguna más.
Alain Prost se enfrentó a un ser que no parecía de este mundo, escudado en su condición de iluminado religioso. Era el mejor sobre el asfalto mojado, y el cielo parecía ayudarle cada vez que lo necesitaba enviando la lluvia. Y luego están las palabras premonitorias de Xuxa, cuando en su programa va contando los años de felicidad que le desea, hasta detenerse en 1993, porque al siguiente moriría.
«Senna» apasiona también a los no aficionados al automovilismo. Imágenes imborrables y un montaje magistral dan lugar a una narración dramática de primer orden.
Dirección: Asif Kapadia.
Guión: Manish Pandey.
Producción: Tim Bevan.
Protagonistas: Ayrton Senna, Alain Prost, Ron Dennis, Frank Williams.
Fotografía: Jake Polonsky.
Música: Antonio Pinto.
País: Inglaterra, 2010.
Duración: 106 m.